La Plaza del Cedro, en la que por lo pronto se ha acabado con el «botellón» vallando todo su perímetro, trata de recuperar la normalidad después de años de concentraciones nocturnas y molestias a los vecinos. Los servicios de limpieza y de jardinería del Ayuntamiento de Valencia efectúan estos días una limpieza a fondo, recuperan el jardín y reponen el mobiliario urbano, con la tranquilidad, además, de saber que a partir de ahora las cosas, al menos en este punto, serán diferentes. Otra cosa es lo que pase en los alrededores, donde se pueden encontrar pequeños parques y plazoletas idóneas para las concentraciones juveniles, una cuestión que tratará de evitar la Policía Local manteniendo un dispositivo de vigilancia.
De entre los numerosos «botellones» que cada fin de semana se forman en la ciudad, éste era uno de los más cuestionados por los vecinos, tanto por sus proporciones como por la densidad de población de la zona. No obstante, la idea de vallar la plaza y cerrarla a partir de las 10 de la noche ha evitado, al menos el primer fin de semana, que esa situación se reproduzca. Los jóvenes acudieron con sus bolsas y sus botellas, pero no pudieron acceder, por lo que no hubo botellón.
Esta constatación ha permitido a los servicios municipales dar un paso más en la recuperación de la plaza y su «reasignación» a los vecinos de la zona. Ya no se encontrarán todos los domingos con la plaza llena de botellas, cristales, orines etc. Así pues, su trabajo permanecerá en el tiempo y tendrá otro sentido.
El servicio de limpieza habitual, que nunca ha faltado a su cita, ha efectuado una limpieza intensa y ha repuesto las papeleras que habían sido destrozadas. Aún quedan restos de botellas y plásticos entre las plantas, pero irán desapareciendo en los próximos días, como probablemente también lo haga algún banco que ha sido dañado.
Por su lado, los servicios de jardinería, que ya retiraron un gran enjambre con 5.000 abejas, han procedido a la poda de las zonas verdes, también para adecuarlas a las nuevas vallas.
En definitiva, se le está lavando la cara para recuperar una normalidad que no conocía desde hace años.
Riesgo de extensión
Ahora el riesgo es que el «botellón» se disperse por las placetas de la zona, que las hay y muchas. Todo parece indicar, sin embargo, que la Policía Local mantiene su compromiso con los vecinos de desplegar patrullas de vigilancia todos los fines de semana para que el problema no se reproduzca en los alrededores.
La Asociación de Vecinos de Ciudad Jardín, que se mostró satisfecha del resultado pero quiere esperar unas semanas para hacer una evaluación definitiva, ya anunció que pediría al ayuntamiento tanto la recuperación de la plaza como el mantenimiento de la vigilancia, cosas que el consistorio tiene asumidas.
