El Gobierno de Alberto Fabra quiere dejar cerrado el cambio del mapa hospitalario del norte de la capital a tres semanas de celebrarse las elecciones y por eso aprobó ayer el inicio de la que será la segunda acción faraónica de la sanidad valenciana, en caso de que se lleve a cabo: derribar el complejo sanitario de La Fe de Campanar, que será el primer paso, para empezar a construir un nuevo hospital que sustituirá al actual Arnau de Vilanova.

La aprobación de la demolición ya lleva consigo un calendario de inicio y finalización de obras y un presupuesto. De momento, a lo que se ha dado luz verde es a sacar a licitación la contratación, con procedimiento abierto, de la redacción del proyecto y la ejecución de la obra de la demolición de todos los pabellones. El precio estipulado es de 18,79 millones, 500.000 de los cuales serán para la redacción del proyecto y los 18,3 restantes para hacer desaparecer el entramado de edificios.

El conseller de Sanidad, Manuel Llombart, explicó ayer que la licitación se hará pública en los diarios oficiales la próxima semana e indicó que las obras de derribo pueden prolongarse entre doce y veinte meses. Si los plazos se cumplen y el proyecto se lleva adelante, el contrato podría estar adjudicado en octubre y las obras podrían arrancar a finales de año.

La intención del gobierno de Fabra es que al mismo tiempo que se lleve a cabo el derribo, salga a licitación la redacción del proyecto de construcción de la réplica moderna del nuevo hospital Arnau en el solar sanitario de Campanar.

El Consell también indicó ayer que «informes independientes» sobre el actual complejo sanitario de Campanar certifican que existen problemas que avalan su demolición, «tanto por su deterioro y presencia de amianto como por el menor coste que supone en relación con la rehabilitación de los edificios», que los mismos autores del informe estiman en 185 millones.

La construcción del hospital que ha previsto erigir en el solar sanitario de Campanar costará 90 millones, incluido el derribo del hospital Arnau.

Por su parte, el responsable de Sanidad del PSPV, Ignacio Subías, lamentó ayer la decisión del Consell de sacar a licitación la contratación del proyecto y ejecución de la demolición de los edificios del antiguo Hospital La Fe porque «a un mes de las elecciones no puede condicionar las decisiones de un futuro gobierno y, además, hacerlo sin informar ni contar con nadie, ni con los partidos, ni con las asociaciones ni con los agentes sociales».

El portavoz de la Comisión Cívica por un hospital digno en Campanar, Matías Alonso, se mostró muy crítico con la decisión del gobierno de Fabra y le retó a que enseñe «esos informes» que aconsejan tirar la vieja Fe, «que nadie a visto». Alonso agregó que «es necesario parar esa atrocidad».