«Las pinturas murales de la alquería de la Torre eran de gran belleza, aunque se perdieron tras los saqueos. Sin embargo, hay murales y restos arquitectónicos de gran valor, que podrían recuperarse sin ningún problema como ejemplos valiosos de patrimonio rural, como se ha hecho con alquerías como la de Barrinto en Marxalenes». Ese es el objetivo que persigue desde hace décadas la asociación Círculo por la Difusión y Defensa del Patrimonio, que preside César Guardeño, y que, sin embargo, no llega.

Ahora, además, «ya no hay excusa». «Desde el pasado 10 de marzo, cuando se firmaron las escrituras entre el Valencia CF y el ayuntamiento, la propiedad pasó a ser municipal. Ahora, el ayuntamiento está en la obligación de actuar tras haber permitido la degradación de un patrimonio que, si no se interviene y recupera de forma urgente, se echará a perder», añadieron fuentes de la entidad.

En aras de conseguir la «actuación urgente» que precisa la alquería de la Torre, la asociación Círculo por la Difusión y Defensa del Patrimonio comunicó ayer a la responsable del Instituto Valenciano de Restauración y Conservación que en la alquería de la Torre «hay pinturas murales y paneles cerámicos en el interior que deben ser conservados y restaurados con urgencia. Por ello, es preciso que el Instituto Valenciano de Restauración y Conservación inicie los trámites necesarios para actuar con urgencia. En breve remitiremos la petición oficial al Ayuntamiento de Valencia, a la Dirección General de Cultura y al Instituto Valenciano de Restauración y Conservación para que se tomen las medidas preceptivas».

Y es que no piensan parar hasta conseguir su objetivo. «Parece poco probable que el conjunto rural donde se encuentra la alquería de la Torre sobreviva unos años más, aunque el caso es que se trata de una alquería protegida por su valor arquitectónico e histórico. Incluso tiene vinculación con la aristocracia de la época», aseguró Antonio Marín Segovia, miembro de la entidad, tras denunciar que «se han llevado los restos de un mural de cerámica que había, al igual que algo de mobiliario, como una cama y muebles. El interior de la alquería está totalmente saqueado, con pavimentos levantados, vigas de madera al aire y paredes repletas de grietas».