El Ayuntamiento de Valencia apuntó ayer a una reforma anterior a la que se acaba de llevar a cabo como causante de la mutilación de los valiosos interiores «art decó» del edificio March, uno de los edificios históricos de la céntrica plaza del Ayuntamiento. Los inspectores del servicio de Licencias enviados por el Ayuntamiento de Valencia al edificio tras la denuncia de expolio del arquitecto y presidente del Colegio de Arquitectos de Castelló, Jaime Prior, publicada por este diario, no han constatado ninguna alteración.
Lo que se ha hecho, explicó ayer el concejal de Licencias, Félix Crespo, «se ajusta a la licencia concedida». «Otra cosa es que se hayan hecho obras con anterioridad y que estas hayan podido eliminar lo que había». El concejal recordó en este sentido que el edificio ha sido durante más de dos décadas sede del Instituto Valenciano de la Pequeña y Mediana Empresa (Impiva). La Generalitat, que adquirió parte del edificio en los años 80 del siglo pasado, alquiló el año pasado a una conocida franquicia valenciana la antigua sede del Impiva, cuyas plantas baja, sótano y entresuelo se han reformado para instalar una tienda de regalos y complementos.
El edificio March, construido en 1934 por Cayetano Borso di Carminati siguiendo el modelo de los primeros rascacielos neoyorquinos, está catalogado con nivel 2, lo que obligaría a mantener fachadas y forjados. Jaime Prior, autor de una cuidada y reconocida reforma realizada en los años 80 en el edificio March para acondicionarlo como sede del Impiva, ha denunciado la total desaparición de todos los elementos originales en las plantas baja y entresuelo. El arquitecto teme que también se hayan perdido elementos de valor de la primera planta, donde estaba la zona noble, como los suelos cerámicos diseñados por Borso di Carminati de la sala de reuniones o un mural de Safont.
