Salvem el Cabanyal celebra esta tarde asamblea general, la primera tras la debacle de Rita Barberá el 24M, para debatir sobre el futuro y las necesidades del barrio que pondrán sobre la mesa del nuevo alcalde „previsiblemente Joan Ribó„ una vez cumpla su promesa de liquidar el proyecto de la prolongación de Blasco Ibáñez. La plataforma ve «prioritaria la recuperación del espacio público» en un barrio muy castigado social y urbanísticamente tras 16 años de resistencia contra un plan urbanísticoque preveía el derribo de 1.600 casas del conjunto histórico y que fue paralizado por el Ministerio de Cultura en 2009.

En el Cabanyal hay una «zona cero» sobre la cual urge actuar. La forman las calles San Pedro, Barracas, Escalante, Progreso, Amparo Guillem y Pescadores. Solares, viviendas ruinosas y ocupadas, venta de droga, niños sin escolarizar e insalubridad son allí la constante. Por las noches es un riesgo aventurarse por las citadas calles, convertidas en un territorio comanche donde proliferan las fogatas y la venta de droga.«La calle está tomada», asegura un dirigente histórico de Salvem el Cabanyal quien recuerda que en 2007 la Sociedad Cabanyal, creada por el ayuntamiento y la Generalitat para impulsar el Pepril, empezó a alquilar a familias marginales las viviendas que compraba para derribar, algunas sin tener siquiera cédula de habitabilidad.

No faltan vecinos que creen que las medidas policiales son necesarias para acabar con esta situación. Sin embargo, la presidenta de Salvem el Cabanyal, Maribel Doménech, apunta que el barrio necesita un plan integral con una intervención decidida de los servicios sociales para garantizar el realojo dentro o fuera del barrio de las familias que viven en condiciones de total insalubridad en la parte mas degradada del Cabanyal. «No se les puede echar sin más a la calle», afirma Doménech, quien apunta que el barrio necesita un centro social propio para gestionar estas situaciones. Ahora depende del de Malva-rosa cuyo personal no da abasto.

En el plano urbanístico, los vecinos pedirán al nuevo gobierno, al que Salvem solicitará una reunión nada más quede formada la nueva corporación el 13 de junio, que «fluyan» las licencias de obras y se aborde a medio plazo un plan de rehabilitación. Salvem insiste en que es prioritario recuperar el espacio publico y acabar con la venta de droga y la marginalidad. «Luego también pediremos una piscina cubierta y un instituto de secundaria como tienen el resto de barrios», afirma Maribel Domenech.