La recuperación del espacio público para uso ciudadano se perfila como una de las patas de la acción de gobierno del nuevo ayuntamiento, previsiblemente, liderado por Joan Ribó (Compromís), quien defiende que entornos emblemáticos como la plaza del Ayuntamiento «sean para los vecinos». Para ello será necesario revisar la nueva ordenanza de ocupación de vía pública que limita el uso de las plazas emblemáticas de la ciudad. La plaza del Ayuntamiento siempre ha estado en el foco del debate, no sólo por el intenso tráfico que soporta, también por ser un espacio reservado casi exclusivamente a la «mascletà».

También están pendientes de humanizar y aliviar de tráfico la plaza de la Reina, hipotecada por el aparcamiento público central, la plaza de Brujas y la plaza de San Agustín, donde se concentran numerosos edificios de estilo racionalista, convertida en una gran parada de autobuses.

Entre los planes de esta formación figura la rediseño, con una fuerte restricción del tráfico, de los entornos monumentales. La polución de los coches está detrás del deterioro y la suciedad el patrimonio histórico en entornos tan valiosos como la Lonja (patrimonio de la Humanidad) y la plaza del Mercat.

Además de revisar el diseño de las plazas más importantes de la ciudad, Compromís también anuncia la «reformulación» de los criterios de amueblamiento y diseño del espacio urbano. La utilización del mobiliario urbano como elemento para atajar problemas como el botellón o la indigencia ha sido muy criticada por vecinos y urbanistas que reclaman espacios públicos de calidad y vivos.

El alcaldable, Joan Ribó, asegura en su programa que hay que «recuperar de manera urgente el paisanaje y el paisaje» para que las calles sean espacios vivos y no un parque temático. Entre los grandes proyectos a revisar en materia urbanística se encuentra la Actuación Territorial Estratégica del Valencia SAD, un proyecto que Compromís quiere revisar para hacer valer los intereses de los vecinos.

El nuevo urbanismo que quiere impulsar Ribó tendrá visión metropolitana, algo fundamental para propiciar la protección de un espacio de alto valor ambiental y cultural como es la huerta.