Ya están en la calle. Las denominadas Rocas solo salen de la casa museo en la que se guardan una vez al año, para la festividad del Corpus Christi así que ahora es el momento de verlas en su pleno esplendor. La fiesta cuenta con once Rocas „monumentos donde antiguamente se representaban escenas bíblicas„ pero, ayer solo salieron diez a la calle. Y es que la denominada Roca Valencia se quedó, un año más en el museo ya que cuenta con una rotura en el eje y el ayuntamiento no ha encontrado un carretillero que se encargue de la reparación. Con éste ya serán tres los años en los que el monumento „el único, además, pendiente de restauración„ se quedará sin desfilar en la procesión.

Las Rocas son espectaculares, pero su traslado aún lo es más. Sobre todo el que se produce a primera hora de la mañana, cuando las sacan del interior de la casa museo entre varios operarios para llevarlas a la plaza dels Furs. Los operarios levantan los carros de combate a pulso y los trasladan con fuerza y habilidad. Por la tarde, las Rocas volvieron a ser trasladadas hasta la plaza de la Virgen, donde hoy pueden ser visitadas con guían que conocen todos sus secretos. Este año la novedad incluye a guías para personas con discapacidad visual. Eso sí, en este segundo traslado, el peso recae sobre los caballos, sus fieles compañeros en este acto y en la procesión.