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La Valencia que viene

La ciudad como metrópolis

Compromís propone una carta de vecindad, que implica beneficios en transporte y servicios sociales, además de una estrategia industrial conjunta y un banco de tierras comarcal para proteger la huerta

Imagen aérea de Valencia y su área metropolitana. a.s.

La gestión de una ciudad que ignora a los pueblos que la rodean cambiará de forma radical. Valencia ya no vivirá de espaldas al área metropolitana. Ese es el objetivo que perseguirá el nuevo Gobierno de Compromís si las previsiones se cumplen. Y es que para la coalición que lidera Joan Ribó «Valencia es más que una ciudad de 800.000 habitantes». Es más, desde Compromís defienden que el área metropolitana «abastece a la ciudad de otras miles de personas que cada día se mueven, trabajan, viven, estudian, compran, y se divierten en Valencia, muchas veces venidas de las localidades vecinas que configuran el área metropolitana. A esta ciudadanía también se la debe atender, siempre en coordinación con el resto de los Ayuntamientos». Así, se trabajará para llegar a acuerdos con dichos consistorios, de manera que se pueda conceder una carta de vecindad metropolitana a todas las personas de Valencia que trabajan en el área metropolitana y al revés, lo que implicaría ventajas, por ejemplo, en el sistema público de transportes o en el acceso a servicios sociales básicos.

También se trabajará conjuntamente entre todos los municipios del área metropolitana en materia de empleo, para trazar una estrategia industrial conjunta, que incluya y dote de la importancia necesaria a los parques tecnológicos y a las universidades.

Pero ahí no queda la cosa. Proteger la huerta también será un planteamiento común con toda el área metropolitana, tanto por su valor paisajístico y medioambiental, como por su potencial económico. Así, se propondrá desde Valencia el establecimiento de un banco de tierras comarcal junto con el consorcio para el Empleo de l'Horta Nord y la Mancomunidad de l'Horta Sud. El objetivo también pasa por firmar convenios con ambas instituciones para realizar formación, en colaboración con las OCAP (Oficinas Comarcales de la Consejería de Agricultura, Pesca y Alimentación) y facilitar la incorporación de personas desempleadas a la actividad agraria y mejorar la estructura productiva de los agricultores que ya se han incorporado a la actividad agraria, haciéndola más eficiente.

De esta forma se recupera la colaboración entre la ciudad y los municipios que la envuelven, desaparecida en 1999 (con Eduardo Zaplana) con la extinción del Consell Metropolità de l'Horta. La operación tuvo un claro objetivo: contrarrestar el poder del denominado «cinturón rojo» „los municipios liderados pro el PSPV„ en favor del cap i casal de Rita Barberá.

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