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Divagaciones

Los mercader (y iii)

Los mercader (y iii)

Gaspar Mercader, había nacido en ese palacio del carrer dels Cavallers, donde existía un pasadizo que iba más allá de las murallas de la ciudad y que se cubrió en el siglo XIX. Contrajo matrimonio a los 15 años con Hipólita Centelles una bella joven que destacó cuando en 1586 Felipe II pasó una temporada en Valencia. La ciudad quiso desplegar ante aquel monarca austero y sombrío todo el esplendor que irradiaba su genio industrial y emprendedor y en una gran fiesta inolvidable consagró el matrimonio de Gaspar Mercader e Hipólita Centelles. Por estas mismas fechas, Gaspar Mercader abandonó el palacio donde su infancia había transcurrido alegremente hasta la muerte de su madre y se trasladó al carrer del Palau. Su fuerte personalidad galante y seductora brillaba en todas las fiestas. Muy pronto se dio a conocer en torneos y Felipe III le otorgó en 1603 el condado de Buñol. El conde de Buñol se reafirmó, abandonando la línea que los Mercader habían proporcionado a la ciudad como juristas, batlles€ y se dejó, transportar por la fiebre poética de tantos cerebros valencianos.

Fundador de la Academia de los Nocturnos junto a Catalá Valeriola, fue uno de los dos únicos presidentes con el nombre de «Relámpago». A raíz de las bodas reales, es curioso lo que Esquerdo escribe, sobre el desafío de la justa de 1599: «Acudió Gaspar Mercader, tan gallardo en invenciones y galas como acostumbra, el cual llevaba Paramentos y tonelete de naranjado y chapería de plata€..Como empresa entre muchas plumas un león enfrenado, y a caballo en él, al dios Cupido, y este mote: Con tus favores me enfreno/que, si no, a ninguno temo. Por haber justado mejor, llevó el mayor premio que se señaló de mil ducados». Él mismo se llevó el premio de las damas. También destacó con la llegada de las reliquias de San Vicente Ferrer.

Después de tantos y brillantes festejos, Valencia exhausta, se desplomaba en una calma profunda y Gaspar Mercader parecía revivir en la memoria el tiempo de los galanteos, de las proezas caballerescas y el éxito del poeta. Y volviendo al pasado lo plasmaba en 1600 en El Prado de Valencia, novela que, además de composiciones originales, intercalaba poemas de otros poetas valencianos, como Guillén de Castro, Gaspar Aguilar€ Una obra interesante que retrata las costumbres de la alta sociedad valenciana de la época y las fiestas que se celebraban€ quizá también, parte de un íntimo amor descrito en clave€

El caballero galante del periodo mundano había muerto y daba paso al jefe de familia, atento a los intereses de su casa y de su estirpe.Un periódico señalaba: «Ha muerto el escritor Gaspar de Mercader». «El Prado de Valencia, tiene su nombre del paseo que hay al otro lado del Turia, entre el Palacio del Real y el camino del Grao, con bellos árboles que dan mucha sombra€» Su cuerpo fue trasladado a Buñol para ser enterrado en la capilla del Salvador de la iglesia del Castillo.El actual marqués de Mercader es arquitecto naval y trabaja en astilleros Windy (Suecia).Opina: «Es importante no olvidar la máxima de Nobleza obliga y ser consecuente en tu vida personal y profesional. Vivimos en un mundo consumista; no existe peor combinación que el individualismo que deriva en corrupción y falta de profesionalidad».

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