La concejala del área de Juventud, Educación y Deportes del Ayuntamiento de Valencia, María Oliver, explicó ayer a este periódico que, aunque aún no ha sido ratificada por la asamblea de València en Comú para asumir sus nuevas funciones, ya se ha puesto a trabajar para buscar la mejor solución posible para el trinquet de Pelayo. Oliver se mostró «cauta» antes las noticias que van apareciendo en los medios y explicó que su prioridad es que la emblemática instalación «no se cierre de ninguna de las maneras, ya que la gente no lo entendería y perder la licencia sería muy perjudicial». La nueva regidora del consistorio asegura que en cuanto pueda «me sentaré con todas las partes para analizar el problema y resolverlo», al tiempo que explicó que la solución de municipalizar el recinto deportivo «es una opción que contemplamos, aunque si finalmente se hace, no puede ser a cualquier precio, eso deben de saberlo las personas involucradas en el futuro del trinquet», señaló Oliver.

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Él ultimo cuarto de siglo ha estado marcado por la gestión de los hermanos Tuzón. En una primera fase se cubrió la instalación lo que permitió partidas nocturnas y mejorar las condiciones del local para el invierno. Por una denuncia vecinal se insonorizó hace menos de una década.

En los años ochenta y noventa era un vivero de figuras gracias a una activa escuela que dirigían Royo y Soro, exprofesionales de este deporte. Se anunciaban partidas de profesionales los lunes, miércoles, jueves, viernes y sábado, con apuestas. Las mañanas estaban ocupadas por jugadores aficionados. Su cafetería es un lugar de encuentro social donde el valenciano es el idioma vertebrador de gentes llegadas de muchos pueblos.

La decadencia del trinquete es lenta pero inexorable desde hace algo más de una década, especialmente agudizada desde la creación de Val Net que contrató a los profesionales. Pelayo pasó a ser un trinquet importante pero subordinado a los intereses de la empresa con otros trinquetes públicos alquilados por la misma y por los trinquetes controlados directamente por los principales gestores de Val Net. Pelayo hubo de recurrir a la ayuda del Ayuntamiento de Valencia que subvencionaba al Club de Pilota Pelayo con cerca de 30.000 euros anuales. a. soldado valencia