El Consejo de Ministros ha aprobado en su reunión de hoy solicitar a Moldavia, a petición del ministro de Justicia, Rafael Catalá, la extradición del empresario fugado de Emarsa, Jorge Ignacio Roca Samper, para que sea puesto a disposición de la justicia española, según informan a Levante-EMV fuentes del Ministerio de Justicia. El tiempo corría en contra, ya que la policía moldava contactó a través de Interpol con el Cuerpo Nacional de Policía de Madrid el pasado 10 de junio para informarles que Roca Samper estará detenido «durante un plazo de treinta días». Un plazo que finalizaba en apenas dos semanas.

El ejecutivo central tramita así la petición de la titular del juzgado de Instrucción número 15 de Valencia, Silvia Vivó, que solicitó la extradición del «cerebro» del saqueo de Emarsa, detenido el 10 de junio en Chisinau, la capital de Moldavia.

Roca Samper está imputado desde el 1 de marzo de 2011 por los delitos de malversación de caudales públicos, falsedad en documento oficial y mercantil, y contra la hacienda pública. También tiene pendiente otra acusación por blanqueo de capitales, en la que ya fue condenada su mujer por la Audiencia Nacional.

Desde el 9 de enero de 2012 estaba en búsqueda, captura y detención con carácter «europeo e internacional» por orden de Instrucción 15. Al fugado de Emarsa no sólo se le busca en España por el saqueo de más de 23 millones de euros en la depuradora metropolitana. El Tribunal de Gran Instancia de Burdeos y el Principado de Andorra también lo investiga como presunto autor de varios delitos de blanqueo de capitales, según explica la magistrada en uno de los cuatro autos que dictó ayer.

Según el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), «Roca está imputado en dos piezas: la principal, por cuatro delitos fiscales, malversación y falsedad documental; y una pieza separada contra él y Notec por delito fiscal», de ahí que la jueza dictara cuatro autos: uno de extradición y otro de prisión provisional para las dos piezas en las que está imputado. Roca Samper también se encuentra encausado en Moldavia por «abuso de autoridad con resultado de consecuencias graves» y «falsificación de documentos oficiales/públicos en beneficio de un grupo criminal».

La jueza Silvia Vivó recordó en uno de sus autos el periplo vital Jorge Ignacio Roca Samper desde que «abandonó España en 2008, para establecerse en Francia, donde residió junto a su mujer y su hija hasta septiembre de 2010». Desde el país vecino «constituyó una empresa en Malta y adquirió otra empresa de nacionalidad panameña en el Principado de Andorra».

En septiembre de 2010 Roca Samper «desapareció» oficialmente, aunque la jueza revela que «se ha tenido constancia de su posible paradero a través de los movimientos de las cuentas bancarias aperturadas a su nombre o al de sus empresas al detectarse salidas de fondos, entre otros países, a Rumanía, China y Bulgaria».

Unos antecedentes que evidencian «su capacidad para moverse en el extranjero porque a lo largo de estos años ha constituido o adquirido sociedades con cuentas bancarias en paraísos fiscales como Malta y Andorra, que le han permitido sustraerse a la acción de la justicia española durante más de 5 años», recuerda la magistrada Silvia Vivó.

Roca Samper ni siquiera se entregó cuando su mujer, al volver de Rumanía, fue juzgada por blanqueo de capitales. «No fue capaz de venir a España a dar una explicación sobre su participación en los hechos, no importándole que su mujer estuviera ingresada en prisión durante más de un año, pese a tener dos niños de corta edad que quedaron a cargo de familiares». Motivos más que suficientes, según la jueza, para solicitar la «prisión provisional, comunicada y sin fianza» de Roca.