«Entre los estadounidenses que sirvieron en la isla de Iwo el valor más extraordinario era una virtud común». Son palabras del almirante de flota Chester W. Nimitz, comandante en jefe de la flota del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial, y conforman el lema del portaaviones USS Iwo Jima, un buque de clase Wasp que desplaza más de 41.000 toneladas y que cuenta con una tripulación de más de 3.000 personas entre marines y tripulación, y que se encuentra en el puerto de Valencia desde ayer y hasta el próximo 7 de julio, cuando emprenderá el viaje de vuelta a Estados Unidos.
La enorme nave, de 257 metros de eslora y 34 de manga, se encuentra atracada en la ampliación norte del puerto, con un calado de 14 metros, más que suficiente para los 9,1 que tiene el portaaviones Iwo Jima. Aunque no podrá ser visitada, los curiosos pueden acercarse hasta el final del mirador de la Marina Real, el punto desde el que más cerca se puede observar la inmensa nave.
El Iwo Jima tiene una tripulación de 1.108 oficiales y marineros y puede albergar hasta 1.894 marines. En la cubierta caben 30 helicópteros y de 6 a 8 cazas aire-tierra AV-8B Harrier. Asimismo, la nave, una de las más grandes de la marina estadounidense, cuenta con varios sistemas de misiles, así como cañones Mk 38 y cuatro ametralladoras Browning M2.
El Iwo Jima fue destinado al Mediterráneo el pasado mes de enero, cuando la caída del gobierno de Yemen provocó que el Pentágono mandara a la costa del país el Iwo Jima y el USS Fort McHenry por si era necesario evacuar al personal de la embajada estadounidense en Yemen. El portaaviones permanecerá en el puerto hasta el próximo 7 de julio. Ayer, muchos de los marines ya se dejaron ver por el centro de la ciudad, donde coparon las terrazas y disfrutaron de varias horas de permiso antes de volver al barco.
Se trata de un barco relativamente joven. Fue botado en 2000 y el viaje inaugural lo realizó cn más de 2.000 veteranos de la Segunda Guerra Mundial a bordo, en su mayoría supervivientes de la batalla de Iwo Jima, que enfrentó a Estados Unidos y Japón en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial. En el sangriento mes entre el 19 de febrero y el 26 de marzo de 1945, murieron casi 25.000 soldados, unos 4.000 de ellos americanos.
Uno de los servicios más destacados del Iwo Jima fue como centro de operaciones de las labores de rescate y humanitarias por parte de las autoridades federales durante el Huracán Katrina, que asoló Nueva Orleans entre el 23 y 2l 30 de agosto de 2005. La tormenta dejó casi 1.500 muertos en Luisiana al romperse los diques de contención que separaban Nueva Orleans del mar.
El Iwo Jima fue entonces destinado a la ciudad, a la que llegó a través del Mississippi. Durante este período crítico, el Iwo Jima sirvió como único campo de aviación en pleno funcionamiento en la región para operaciones de helicópteros, realizando más de mil operaciones de vuelo. También proporcionó comida caliente, duchas y agua potable a miles de soldados de la Guardia Nacional y trabajadores de socorro y ofreció servicios médicos, incluyendo primeros auxilios y servicios de cirugía a las víctimas del desastre. Después, llevó a cabo operaciones de limpieza en la ciudad y los suburbios de Nueva Orleans. Durante este periodo, el Iwo Jima fue el buque insignia del entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
Como ciudad portuaria, Valencia tiene una larga tradición de recibir barcos americanos. Comenzó en 1952 con la llegada del USS Roosvelt, que fondeó a una milla del puerto porque no cabía en la dársena. Llegó escoltado por tres destructores y cuatro buques de apoyo y sus 4.000 marinos gastaron un millón de pesetas de la época al día sólo en bebida, comida y diversión. A partir de ahí, son muchos los barcos de la US Navy que han fondeado en Valencia como el primer puerto del Mediterráneo o el último antes de volver a casa.
