Investigadores de la Escuela Superior de Enseñanzas Técnicas de la Universidad Cardenal Herrera-CEU, en colaboración con el Laboratorio de Investigación en Fluidodinámica y Tecnologías de la Combustión (LIFTEC), han desarrollado un prototipo de dron, o avión no tripulado, que puede alcanzar 10.000 metros de altitud.

Según han informado fuentes de la universidad, el prototipo en el que trabajan desde hace más de dos años, bautizado con el nombre de "El Ápeiron", de pequeño tamaño y muy ligero (13 kilos de peso), incorpora un nuevo tipo de pila de combustible, alimentada por hidrógeno y ultraligera, para mejorar la autonomía de vuelo.

La altitud potencial de estos aparatos alcanza los 10.000 metros, una altura no alcanzada por ningún UAV (vehículo aéreo no tripulado en sus siglas en inglés) con pila de combustible, por lo que podrían tener aplicaciones en la vigilancia de fronteras o como unidades de asistencia en comunicaciones.

Los últimos avances del equipo en la estimación de los requisitos del aparato, la optimización de los parámetros de explotación de la pila y la incorporación de un sistema pasivo de enfriamiento, han sido presentados esta semana en el Hyceltec 2015, celebrado en Tenerife.

Las pruebas de vuelo, que pueden confirmar esta capacidad potencial estimada del aparato en altitud y autonomía, están previstas para este otoño.

Según explica el investigador del proyecto y profesor de la Escuela Superior de Enseñanzas Técnicas de la CEU-UCH, Jordi Renau, "el Ápeiron es una plataforma de prueba de la tecnología de pilas de combustible para elevada altitud", y a día de hoy se han probado las pilas en UAV de bajo peso, que es "donde mejor densidad de energía presentan, y se han demostrado válidas, pero nunca se ha volado con ellas a elevada altitud, es decir, a más de 9.000 metros".

El objetivo del UAV Ápeiron, ha indicado, es alcanzar los 10.000 metros de altitud sobre el nivel del mar", y para lograr este objetivo es necesario disponer de una determinada potencia y de la cantidad de energía suficiente embarcada en el dron.

Para ello, el equipo investigador de la CEU-UCH y el LIFTEC ha desarrollado un algoritmo de simulación de vuelo para el Ápeiron,

Según explica Renau, "conociendo la potencia y la energía requeridas, podemos hacer una estimación de la masa de los diferentes componentes del dron que le permitirían alcanzar la altitud que buscamos, los 10.000 metros, con la suficiente autonomía".

Entre los UAV ligeros, menores de 30 kilos de peso, el Ápeiron destaca por su ligereza: su masa total estimada es de 13 kilos, de los cuales, la parte más significativa es el almacenamiento de gases (hidrógeno y oxígeno) que constituyen el combustible de este dron, y que suponen un 43 % del total, lo que significa unos 5,8 kilos de peso.

"En los sistemas de almacenamiento energético -añade Renau- hay otro parámetro importante: la densidad energética, o cantidad de energía que se puede almacenar por unidad de masa.

Con el diseño actual de la pila de combustible del Ápeiron, explica, se ha alcanzado una densidad energética de almacenamiento de 423 vatios hora por kilogramo (Wh/kg), una cifra muy superior a la capacidad de las baterías modernas de litio, que rondan valores de 170 Wh/kg como media y, en casos muy específicos, pueden alcanzar un máximo de 200 a 230 Wh/kg".

El siguiente paso del equipo es el ensamblaje de toda la planta de potencia del Ápeiron, para comprobar si se genera la potencia esperada durante el tiempo necesario para alcanzar la cota de vuelo fijada como objetivo, y está previsto en otoño realizar las pruebas en vuelo.