El primer teniente de alcalde y responsable de Turismo del Ayuntamiento de Valencia, Joan Calabuig, anunció ayer medidas inmediatas para tratar de paliar los problemas que dan una mala imagen de la ciudad ante los cruceristas y el resto de visitantes. Entre esos problemas urgentes está la seguridad ciudadana, los malos olores o las paradas de los autobuses lanzadera.
En los últimos días han sido al menos dos las organizaciones que han denunciado la situación que padece el centro de la ciudad. La Asociación de Comerciantes del Centros Histórico denunció los robos que sufren los viandantes y la prostitución que se concentra en torno a Barón de Cárcer, motivo por el cual pidieron la instalación de cámaras de seguridad en al menos 13 calles y plazas del centro.
Además, la asociación de guías turísticos APIT se entrevistó el pasado miércoles con Joan Calabuig y le entregó un informe en el que desgranan los problemas que afectan al turismo, esencialmente al de cruceros, y ofrecen propuestas para resolverlos. La delincuencia, los malos olores, los problemas con los taxistas, el intrusismo en la profesión y los problemas de los autobuses lanzaderas son algunos de esos asuntos pendientes.
Tanto los comerciantes comos los guías lamentan, sobre todo, la mala imagen que está dando la ciudad, por lo que el nuevo equipo de gobierno ha decidido aplicar medidas urgentes allá donde es posible y diseñar otras medidas más a medio plazo que se incluirán en su Plan de Turismo 2016-2020.
Tres departamentos
Para las medidas urgentes, Calabuig tiene previsto implicar básicamente a tres concejalías, que son las de Protección Ciudadana, Tráfico y Limpieza. Con Sandra Gómez, responsable de la Policía Local, tiene previsto diseñar un plan disuasorio y preventivo contra los robos que sufren los visitantes. Debido a que la mayoría de los cruceristas no presentan denuncia por falta de tiempo, Calabuig asegura que lo primero es identificar el problema, localizar las zonas calientes, y abordarlo con una mayor presencia policial o con un rediseño de la vigilancia.
Básicamente, se incrementaría la presión en los lugares de concentración de turistas o en los lugares de subida y bajada de los autobuses, que son los puntos críticos señalados por los guías de turismo.
Para este trabajo, será necesaria, según Calabuig, la participación de la Policía Nacional, que tiene las competencias de seguridad ciudadana y trabaja muy intensamente contra los carteristas.
En cuanto a la limpieza, los guías también fueron precisos. Hay malos olores en el entorno del Mercado Central y la solución podría ser aumentar los baldeos para limpiar y hacer correr el agua por los viejos alcantarillados. Así pues, Joan Calabuig tiene previsto trabajar conjuntamente con la concejala responsable de Limpieza, Pilar Soriano, para elaborar un plan en este sentido. A su juicio, «es muy importante mejorar la imagen y hacer una ciudad más atractiva», algo en el que el mantenimiento de los puntos turísticos es fundamental.
En tercer lugar, la concejalía de Turismo tiene previsto estudiar los puntos de parada de los autobuses de cruceros y estudiar, junto con los responsables de Tráfico, alternativas o complementos a las paradas de Pintor López, donde cargan y descargan las lanzaderas; o de la Lonja, donde tienen su «estación» las excursiones organizadas. El propósito de Calabuig es acercar a los cruceristas a las zonas comerciales y monumentales de la ciudad, algo de lo que se queja mucho el sector. Eso sí, se hará de manera que no se vean perjudicados los vecinos ni el tráfico de la ciudad, por lo que tiene previsto consultar a todas las partes para llegar a un acuerdo.
