Decenas de ciclistas y peatones se concentraron ayer en Orriols para pedir una reorganización de la política de transporte que apueste por ciclistas y peatones, no solo para recuperar la calle para las personas, sino para evitar atropellos.

«No podemos asumir como normales cosas que no deberían serlo», reclamaba Fernando Mafé, portavoz de Valencia en Bici, organización convocante, en referencia a accidentes como el reciente de la avenida de Burjassot en el que una moto arrolló a 16 personas que estaban sentadas en una cafetería.

Los ciclistas apuestan por volver atrás, convertir las calles en lugares protagonizados por el peatón y en los que «los niños puedan ir al colegio solos sin miedo a que sean atropellados», explicaba Mafé. No es que estén en contra del coche, aclaran, pero sí de que se haya convertido en «el rey» de las calles valencianas y por eso apuestan por un modelo más «sostenible y respetuoso con todos» como el de Holanda.

Desde el colectivo se sienten esperanzados con el nuevo gobierno local porque confían en que atienda sus demandas y que, efectivamente, apueste por la bicicleta como medio de transporte alternativo a los vehículos motores y establezca en 30 el máximo de velocidad en algunas zonas.