El Ayuntamiento de Valencia ha conseguido refinanciar la mitad de la deuda municipal, 370 de los 730 totales, a diez años, con uno de carencia, el próximo, lo que permitirá en 2016 gastar unos 22 millones de euros más en servicios a los ciudadanos y en reducir el tiempo de pago a proveedores. El consistorio quiere que este plazo se quede en 30 días y actualmente está en 35,38, tal como anunció ayer el alcalde de Valencia, Joan Ribó, tras la Junta de Gobierno Local.

Aunque la situación financiera del consistorio está mejor de lo que el propio equipo de gobierno se esperaba, como han reconocido en varias ocasiones, con un disponible en caja de más de 100 millones, la deuda municipal es, en este momento, de 730 millones de euros, un 93 % del presupuesto municipal. «Es una cantidad muy elevada que ha sido un hándicap fundamental a la hora de poder invertir en la ciudadanía», afirmó ayer Ribó.

Con esa idea en mente, y con programas electorales basados en la inversión en los barrios y las pedanías, el nuevo equipo de gobierno se puso en contacto con varias entidades para refinanciar la deuda. Aunque la predisposición de los bancos era, según Ribó, refinanciar toda la deuda, la regla del gasto que ha impuesto el Ministerio de Hacienda lo impidió, y al final la refinanciación alcanza 370 millones, poco más del 50 % del total. El objetivo de Ribó era reducir los intereses. El consistorio pagaba unos intereses cercanos al 4 % y ahora se ha conseguido reducir al «0,9 ó 1 %, que más Euribor se queda entre el 1 y el 1,3 %», indicó el alcalde.

Así las cosas, el consistorio tendrá un disponible cercano a los 50 millones para invertir en la ciudad y reducir el plazo de pago a proveedores entre este año y el próximo. En 2015, las amortizaciones pasan de 81.548.635 millones a 60.687.958, y las de 2016, de 80.369.668 a 50.577.534. Sin embargo, entre 2021 y 2025 habrá que pagar más de lo que se tenía que pagar sin refinanciación. En 2025 antes antes de la recolocación de la deuda habría que pagar 33,6 millones y ahora habrá que abonar 54 millones.

Este dinero liberado permitirá «potenciar servicios y dedicar más dinero a limpieza, porque Valencia es una de las capitales que menos dinero per cápita estaba dedicando a limpieza y eso se nota en la ciudad. Queremos mejorar esa situación rápidamente, pero también invertir en infraestructuras y en otras cuestiones que nos parecen importantes», comentó Ribó, que hizo hincapié en que les parece «más importante que pagar rápidamente a los bancos, como se estaba haciendo, dedicar recursos „aunque continuemos pagando a los bancos„ a las personas que viven y trabajan en esta ciudad».

De los barros del plan de pago a proveedores que en 2012 obligó al consistorio a asumir un crédito de 183 millones de euros, a los lodos de la refinanciación. El crédito disparó la deuda municipal hasta los 965 millones de euros, un 122 % del presupuesto municipal, muy por encima del 110% legal. Pero además, vino acompañada de un plan de ajuste también obligatorio para saldar esa deuda en un plazo de 10 años.

Eso significa que en cada presupuesto hay que destinar una partida muy elevada para este menester. Y en eso concentró todas sus energías el equipo de gobierno del PP ante las críticas de la oposición. En 2012 ya se pagaron 129 millones de euros, mientras que en los años 2013, 2014 y 2015 se han ido aportando 105, 100,2 y 100 millones respectivamente. Eso permitió rebajar la deuda a 875 millones en 2013 (105%), a 809 millones en 2014 (98%) y a los 730 actuales, un 93 %, muy por debajo ya del límite legal del 110%.

En el camino, no obstante, se dejó de lado la inversión, un capítulo esencial de los presupuestos que estos años se ha mantenido bajo mínimos. Si en el año 2011 esta partida fue de 49 millones, los años siguientes cayó a 33, 33,7, 30,5 y los 41 millones previstos para este ejercicio.

Cabe prever que el gobierno de Ribó aumentará esta partida el año que viene en parte con el dinero conseguido con la refinanciación de la deuda. Los presupuestos se comenzarán a elaborar al terminar el verano, en septiembre, de cara a su previsible aprobación en el último trimestre.