Toda una declaración de intenciones. Así se puede definir la 124ª edición de la Batalla de Flors que ayer se celebró en el paseo de la Alameda y que fue la primera con el tripartito formado por Compromís, PSPV y València en Comú en el poder. Aunque por una cuestión de fechas buena parte de la planificación de este evento se la encontró preparada el nuevo concejal de Fiestas, Pere Fuset, Compromís imprimió sus toques personales: las Senyeres adornaron el recorrido, en lugar de la tradicional bandera de España, y grupos y artistas valencianos como Pep Gimeno «Botifarra», Al Tall y La Gossa Sorda. El más de millón de claveles que voló en la batalla de ayer sirvió para rendir tributo a las carrozas ganadoras y sobre todo a la galardonada con el Barón de Cortes, la titulada «Titot reial», de Enrique Burriel y tripulada por la Bellesa del Foc de Alicante.

Más de 3.000 personas acudieron ayer a la Batalla de Flors. Ya desde las 19 horas había gente haciendo cola junto a los accesos a los palcos, sobre todo en la zona de la tribuna libre, donde no había que pagar. También había ganas de ver qué haría Compromís con la fiesta. Aunque el verdadero año para calibrar hasta dónde llegan los cambios que la formación tiene en mente para la Batalla de Flors será el siguiente, ya en 2015 se han podido ver determinados detalles más o menos significativos y muy comentados en los palcos. Uno de ellos fue la Senyera que Compromís decidió colocar en todo el recorrido en lugar de la tradicional bandera de España que normalmente adornaba los palcos, y el otro la música que sonó. No pocos alzaron las cejas con incredulidad al escuchar los compases de obras de La Gossa Sorda, Al Tall o «Botifarra», artistas que hasta el momento estaban inéditos en este evento. No fueron las únicas novedades. Los palcos se habían vendido por internet por primera vez y desfilaron, junto a las carrozas participantes, las representantes falleras de Borriana.

Curiosidades organizativas a parte, la Batalla de Flors fue un éxito de público. Miles de personas acudieron a un evento que vio cómo la Corte de Honor de la Fallera Mayor Infantil del año en curso perdía el Barón de Cortes ante la carroza de la Bellesa del Foc de Alicante tras dos años seguidos llevándose el máximo galardón. María Donderis se tuvo que conformar con el primer premio. En Especial B reinó la Regina de la Poesia con el «Passatge a l'Índia» de Alfredo Demets, mientras que en Ordinaria A el galardón fue para la agrupación fallera de Rascanya que tripulaba «Arbre Floral», de Carrozas Cortés. En Ordinaria B triunfó «Peixos», de Carrozas Castillosa y tripulada por falleras preseleccionadas para la Corte de Honor de 2016.

Los premios son el preludio del momento más esperado de la tarde: el «tro de bac» que marca el inicio de las «hostilidades» en forma de más de un millón de claveles que vuelan por los aires y de los que las tripulantes de las carrozas intentan defenderse mediante raquetas de tenis, con más o menos éxito. La Alameda queda alfombrada de claveles naranjas y amarillos y el olor de las flores inunda la ciudad en el entorno del río Turia y de los Jardines de Viveros. Mucho después de que suene el «tro de bac» que anuncia que termina la batalla, no en todo el paseo se firma el armisticio: normalmente, en los puntos más alejados del palco de autoridades, aún son muchos los que continúan tirándose flores y haciéndose fotos con la colorida Alameda de fondo varios minutos después del fin del evento.

Termina la Batalla de Flors de 2015 y ya se piensa en la de 2016, particularmente importante porque la guerra menos cruenta del mundo cumplirá 125 años. Compromís tiene en mente ampliar el aforo y democratizar el acceso a los palcos „actualmente cuestan 30 euros y se pueden comprar por internet o en persona en las taquillas de Viveros„ para celebrar la edición de la Batalla de Flors más multitudinaria de su historia tras 124 ediciones cargadas de color, emoción y tradición a partes iguales.