A escasos 365 días de que la Lonja de la Seda cumpla 20 años como patrimonio de la humanidad, la joya del gótico civil podría perder esa calificación otorgada por la Unesco en 1996. La causa sería la degradación del entorno del Mercado Central, que tras décadas soportando una gran densidad de tráfico y de visitantes afronta ahora su posible peatonalización y liberalización horaria, esbozada por el nuevo equipo de gobierno municipal y fuertemente contestada por comerciantes de la zona, que creen que su negocio se vería afectado.
El Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat llevan «19 años incumpliendo diversas directrices para la aplicación de la Convención París para la Protección del Patrimonio Mundial», según la denuncia administrativa presentada ante el Consell y el consistorio por Antonio Marín Segovia. En el documento al que ha tenido acceso este diario se critica la degradación del monumento y su entorno con la pérdida de las condiciones de autenticidad e integridad y la pérdida del valor universal excepcional y de las características que determinaron su declaración, con el riesgo, según la convención, de que se excluya el bien de la Lista de Patrimonio de la Humanidad o se inscriba en la de Patrimonio Mundial en Peligro.
Marín Segovia detalla que pese a que la Unesco ordena que se establezca «una zona tampón alrededor el bien cuyo uso es restringido a fin de reforzar su protección». Esa zona de 500 metros de radio no existe: «El comercio tradicional está desapareciendo entre solares abandonados y locales de ocio». Asimismo, sigue sin estar aprobado el Plan Especial de Protección del Entorno de la Lonja y se incumplen las ordenanzas locales de actividades, urbanísticas y tráfico, pues más de 14.000 vehículos pasan diariamente por la Lonja y aparcan «contra sus mismos muros», dice Marín Segovia en la denuncia presentada.
El conservador del patrimonio, que se plantea denunciar al consistorio ante los tribunales, también recuerda la destrucción de baldosas medievales en la calle Pere Compte en la urbanización del entorno que llevó a cabo el ayuntamiento y de la que no fue informada la Secretaría del Comité de Patrimonio Mundial. Además, ni Generalitat ni consistorio han remitido los informes periódicos exigidos cada seis años por el Comité del Patrimonio Mundial.
Sobre la integridad de la Lonja, hay numerosos incumplimientos que podrían llevar al monumento a entrar en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro: alteración del entorno, no hay medidas de seguridad, alrededores sin peatonalizar, entrada prohibida por la puerta principal, ausencia de programas didácticos, cableado que afea la visión del monumento, contenedores de basura sin soterrar y degradación de la plaza del Doctor Collado, a espaldas de la Lonja, en la que en Fallas u otras fiestas tradicionales de la ciudad se organizan verbenas en las que los escenarios y los asistentes a la misma están junto a los mismos muros de la joya del gótico civil empezada a construir por Pere Compte en 1482.
