El nuevo gobierno de Valencia quiere que los animales viajen en los autobuses de la EMT. Así lo expresó a Levante-EMV Gloria Tello, la edil que está al frente de la novedosa concejalía de Bienestar Animal. Los dueños de los perros muestran su satisfacción ante las afirmaciones de la concejala de Bienestar Animal, que califican de «avance», tal como afirman Eva Fuentes y Pablo Lugones, que pasean con su can cerca de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

La posibilidad de viajar en autobús junto a su mascota supondría para ellos «una facilidad», tanto es así que reconocen que han dejado de utilizar el transporte público por la actual prohibición. De hecho, ahora cuando salen con su perro van en bicicleta o andando. En cuanto a cómo deberían viajar los animales, Eva Fuentes cree que el transportín «sería inútil», por ello apunta dos alternativas: que solo puedan subir perros con bozal o limitar el número de canes por autobús. Pero, además de esto, los dos jóvenes también opinan que «hay que educar a la gente y a los dueños», por lo que consideran importante la concienciación.

Para Ramón Gurillo, sería «ideal» poder viajar con las mascotas, «al menos en algunas líneas». Salvador Castillo y Ángel Martínez también creen que debería permitirse que los animales pudieran viajar tanto en autobús como en tren. No habría «ningún problema en que viajaran con la gente», ya que las mascotas están adiestradas y pueden llevar bozal.

Para Rebeca Ruiz y Miguel Ángel Lozano, que la EMT aceptase canes sería «evolucionar», y apuestan porque se habiliten zonas especiales en los autocares.Ani Sun opina que es una medida «de sentido común», muy normal en otros países, como Francia, donde está permitido acceder con mascotas «a cualquier sitio, hasta al museo del Louvre», afirma.

De adoptarse la medida, todos coinciden en que Valencia se convertiría en una ciudad avanzada en España, al nivel de otras ciudades europeas, donde no hay impedimentos para viajar con animales en el transporte público.

Otra queja en la que han coincidido las personas consultadas por Levante-EMV es la falta de zonas en las playas a las que se puede acceder con perros. Así pues, una acción tan sencilla como ir a la playa en bus con un perro, en Valencia resulta imposible hoy.