El pasado miércoles, la concejala de Playas y Calidad Ambiental, Pilar Soriano, acudió a un acto de la ONCE en la playa del Cabanyal para recibir un equipamiento de accesibilidad para facilitar el baño a las personas con movilidad reducida. Durante el acto, algunos aprovecharon para hacer llegar a la nueva edil una demanda muy extendida durante los meses de verano: la falta de aparcamiento para personas con discapacidad. La concejala atendió a la petición y, en colaboración con el área de movilidad, se le dio solución al asunto. Sin embargo, decenas de vecinos han sufrido los daños colaterales en forma de multa.

La rápida respuesta del equipo de gobierno a la demanda de los usuarios ha pillado desprevenido al resto de conductores. El aparcamiento de la calle Pavia (a la altura de pintor Ferrandis), hasta ahora con cinco plazas para personas con discapacidad, pasa a ser una zona de estacionamiento exclusiva para este colectivo, según hizo público ayer la concejalía de Playas. Desde este departamento anunciaron que se añaden 8 plazas más a las que ya hay.

Sin embargo, las señales que indican este cambio se colocaron el viernes, y durante todo el fin de semana han proliferado las multas a los conductores que han estacionado en este aparcamiento. «Lo dejo aquí cada semana, ni me había fijado en la señal nueva», comenta uno de los usuarios con la «receta» en la mano.

Los avisos verticales están colocados a cada lado del acceso al aparcamiento, bien visibles. Sin embargo, la costumbre jugó una mala pasada a los habituales de esta instalación, que tiene cinco plazas pintadas de azul para las personas con diversidad funcional y ocho, delimitadas con pintura blanca, de libre acceso.

Hasta el 30 de septiembre

La medida para mejorar la accesibilidad de las personas con discapacidad desaparecerá el próximo 30 de septiembre, cuando pase la temporada alta en las playas valencianas. En ese momento se volverán a quedar con las cinco existentes, según rezan las señales instaladas en el aparcamiento.