Poner, en una misma señal, lo que no se puede hacer y la multa que acarrea incumplir la norma. Esta es la idea que proponen al ayuntamiento los comerciantes del centro histórico en aras de «optimizar los recursos públicos y sensibilizar y educar en el uso correcto de la calle. Es algo positivo y necesario que, además, puede resultar divertido». «Consideramos que no solo se trata de recordarle a la ciudadanía las normas, sino de lograr su implicación proactiva de forma que incite a su cumplimiento de forma natural, y no solo por el temor a la sanción», explica la Asociación de Comerciantes.

Es más, para entidad existen zonas en el centro histórico donde «habría que empezar a aplicar la normativa a rajatabla, por incumplimiento grave de las ordenanzas. Esto, además de generar problemas a los vecinos y a los comercios, ofrece una nefasta imagen de la ciudad». Ahora bien, la asociación de comerciantes recalca que la idea se lleva a cabo en diferentes países, con éxito. «Nuestra propuesta no es nueva, ya que son ya muchas las ciudades europeas, y españolas que recuerdan de forma muy correcta al ciudadano cual es la consecuencia de no cumplir con lo reglado. No todos saben que 'el desconocimiento de la ley no excusa de su cumplimiento' por ello no es nada negativo recordarle al ciudadano cuales son las consecuencias», afirma la plataforma, tras instar al ayuntamiento a que ponga esta medida en marcha «de inmediato» en el distrito de Ciutat Vella al ser «el escaparate de la ciudad».

La clave está en lanzar los mensajes en positivo para «que lleguen más fácilmente», sobre todo «a los jóvenes». Además, el coste es «mínimo para el ayuntamiento porque solo son pegatinas».