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Celebración

Almàssera salvó el Corpus de Valencia, que ahora no le deja sus «cirialots»

El «cap i casal» pide 250 euros más un seguro por cada traje que preste a la procesión de l'Horta

Almàssera salvó el Corpus de Valencia, que ahora no le deja sus «cirialots»

El cuarto domingo de agosto, por privilegio pontificio, la población de Almàssera celebra la fiesta de Corpus Christi, por el «miracle dels peixets». Todo el pueblo se convierte en un gran plató donde más de trescientos vecinos y vecinas recuerdan y representan las estampas y personajes de la Biblia que prefiguran la Eucaristía.

El cura Bernardo Rodrigo, el ex alcalde Enrique Ramón y el cantante lírico José Císcar estuvieron decididamente en el origen y constitución de Amics del Corpus de Almàssera, hoy con casi un millar de socios, hace ya 25 años. La historia se cuenta en el libro Almàssera y su fiesta del Corpus, que nos encargaron a Pedro Molero, fotógrafo, y a mí. Impulsé que a los promotores fundadores de la asociación se les reconocieran oficialmente sus méritos por esta importante realidad cultural y se llegó a presentar moción en el Ayuntamiento, pero el PP bloqueó y denegó la iniciativa, pues no tenían carnet del partido.

La asociación Amics del Corpus de Almàssera salvaron entonces las vergüenzas al Ayuntamiento de Valencia cuando el concejal de Fiestas popular de entonces, Paco Lledó, estuvo «a un tris» de cargarse la procesión por sus malas maneras de negociar la crisis de la indumentaria. No había trajes para los personajes bíblicos de la procesión y Almàssera entera le prestó a la capital los suyos, a cambio de nada. Toni Rosell y su esposa en solitario hicieron de recolectores y transportistas de los mismos. Salvaron más de seis siglos de historia a punto de arruinar por la incompetencia del edil Lledó.

Este año Amics del Corpus de Valencia, con su presidente al frente Francisco Esteve March, han querido sumarse a las celebraciones del XXV aniversario de Amics del Corpus de Almàssera y a la propia procesión agosteña de Corpus. Querían ir con los iconos más simbólicos de la fiesta, los «cirialots» de Valencia, y sumarse a los de Almàssera. Para ello necesitaban los trajes y los cirialots, que hoy son propiedad del Ayuntamiento de Valencia. Han ido a pedir permiso y les han dicho que se tienen que retratar pagando 250 euros por cada «cirialot», más una póliza de seguro que cubra el riesgo de su pérdida o destrucción, más lo que cueste el transporte. Una fortuna para Amics del Corpus de Almàssera y Valencia, entidades sin ánimo de lucro, el que el Ayuntamiento de Valencia les deje los trajes y útiles de los cirialots, cuando ellos les prestaron los de sus 300 personajes completamente gratis para que no se cargaran la historia.

No ha habido comprensión, ni flexibilidad, tampoco gratitud ni cortesía en el área de Fiestas del Ayuntamiento de Valencia, que preside Pere Fuset, donde se aferran fuertemente a la normativa que en su día hizo el PP y la están aplicando sin contemplaciones al pie de la letra, como si no hubiera habido cambio político en el ayuntamiento, al menos en fiestas.

Aunque no facilite el Ayuntamiento de Valencia las cosas y tenga el gesto de reconocimiento y gratitud a Almàssera por el gran favor que en su día le hizo, los del pueblo siguen adelante con su gran fiesta eucarística, que comenzarán el próximo viernes, día 21 de agosto a las ocho de la tarde en el Centro Cultural del pueblo con la imposición de insignias a todos los socios y la exposición fotográfica de Pedro Molero sobre la procesión. El cortejo bíblico-eucarístico con la pompa barroca mediterránea tendrá lugar al atardecer del domingo, con asistencia, de momento de paisano, de Amics del Corpus de Valencia y sin los cirialots capitalinos.

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