Tras la aparición de un dispositivo preparado para cultivar droga en el corazón del Parque Natural de l'Albufera la pregunta es evidente: ¿Es fácil realizar este tipo de prácticas en el área protegida sin que nadie se entere? La respuesta la da el austero dispositivo que se encarga de vigilar la zona ya que solo hay siete guardias forestales donde hace dos décadas había más de veinte. Estas siete personas son las encargadas de vigilar las 850 hectáreas de la Devesa y las 2.200 hectáreas que ocupa el lago de l'Albufera. Los vecinos del Saler llevan años reclamando más vigilancia en la zona, sabedores de las dificultades que tienen los agentes para controlar 3.050 hectáreas de parque natural del término de Valencia. Los residentes, además, aplauden la labor de los guardias y exigen que se aumente el número de efectivos ya que la superficie es la misma que hace décadas pero «los agentes son un tercio de los que había. Y eso que, en teoría, la Devesa es la joya de la corona». m. ros valencia