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Nuevo impulso

Luz verde al hotel boutique de la plaza de Manises, 7

Los hoteles temáticos, de diseño, con pocas habitaciones y que recrean desde la estética burguesa al ambiente marinero se consolidan

Hotel Palau de la Mar.

La antigua casa-palacio de Vallier (1890), en el número 7 de la céntrica plaza de Manises, se transformará tras siete años cerrada y sin uso en un hotel «boutique». Esa es al menos la intención de Valtigua, la empresa del arquitecto y promotor Alfredo Burguera que impulsa este nuevo hotel en pleno corazón del centro histórico después de conseguir el pasado junio, tras más de cuatro años de tramitación, la aprobación definitiva por parte del Ayuntamiento de Valencia de la modificación puntual del Pepri del barrio de la Seu-Xerea que permite el uso hotelero de este señorial edificio, cuyo último inquilino fue la Diputación de Valencia.

Los hoteles «boutique», establecimientos de diseño esmerado, con pocas habitaciones y en ocasiones tematizados se está consolidando como alternativa en el mercado hotelero de la ciudad. La Federación de Hoteles de laComunitat asegura que Valencia tiene una oferta hotelera más que suficiente (19.000 habitaciones, sin contar los aparcamentos ilegales, que sumarían otras 5.0000). El nivel de ocupación medio es del 67% por eso los empresarios del sector «agudizan el ingenio» y los nuevos hoteles «buscan la creatividad y ofrecer productos alternativos a un público cada vez más selecto», asegura el presidente de la Unión Hotelera de Valencia, Luis Martí.

Entre los denominados hoteles «boutique» destaca el Palau de la Mar, en Navarro Reverter, un establecimiento cinco estrellas ubicado en una casa señorial del siglo XIX. El pasado enero abrió otro de estos hoteles, impulsado por la familia Vázquez Navarro, en la playa de las Arenas: El «Balandret». Con botijos, capazos de esparto y suelos de mosaico el interiorista Carlos Serra ha recreado en este hotel, con 21 habitaciones „todas con vistas al mar y decoradas de manera distinta„ el ambiente y la esencia mediterráneos.

El palacio de Vallier no será un hotel al uso. Sus dueños buscan reconstruir el edificio «devolviéndolo, en lo posible, a sus orígenes iniciales e intentando recrear en el mismo la atmósfera burguesa de la época que todavía se mantiene en las salas bien conservadas». Valtigua quiere convertir el palacio en un centro de relación social, abierto al público, donde se puedan lleva a cabo actos culturales, artísticos y profesionales contribuyendo con ello a la «revitalización de la plaza de Manises» cuya actividad está marcada por los horarios administrativos de los edificios institucionales que la rodean.

Con la modificación del planeamiento y con el visto bueno de la Dirección General de Patrimonio, los promotores ya pueden solicitar la licencia y rehabilitar el inmueble. Su intención es hacerlo en el plazo de un año. La falta de uso del edificio ha agravado la degradación del palacio. El nuevo hotel tendrá solo seis habitaciones tipo «suite».

Los planes especiales de protección del centro histórico que ha aprobado el ayuntamiento en los últimos años han abierto la puerta a reconvertir numerosos palacios y casas señoriales abanadonados o sin uso en hoteles.

Creatividad e ingenio ante un exceso de oferta

El mercado hotelero de Valencia ha sufrido cambios importantes en los últimos años, asegura el presidente de la Federación de Hoteles de la Comunitat y de la Unión de Hoteles de Valencia, Luis Martí. Hace unos años hubo un «boom» de hoteles de lujo y cinco estrellas. Ahora muchos han tenido que rebajar su categoría a cuatro estrellas para captar al turismo de congresos, especialmente al farmacéutico cuyo código ético prohíbe hospedarse en un cinco estrellas. Martí asegura que los hoteles «boutique» son, «muy positivos porque no afectan al cómputo de plazas y enriquecen y mejoran la imagen de Valencia».

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