Los indigentes que duermen en la calle Asilo de la Infancia, junto a Guillem de Castro, han rechazado en varias ocasiones la ayuda municipal en forma de plazas en albergues de baja exigencia, que ponen menos condiciones a las personas que hacen uso de ello. Así lo desveló ayer Consol Castillo, concejala de Bienestar Social, tras la denuncia publicada ayer por este diario en la que vecinos y comerciantes de Ciutat Vella pidieron ayuda y atención para 50 «sintecho» que vivían en el centro de la ciudad.

La edil explicó ayer que en realidad se trata de un grupo de diez personas de distintas procedencias y trayectorias vitales con los que el ayuntamiento trabaja durante todo el año, no sólo en invierno a través de la patrulla X24 de la Policía Local. De hecho, a estas personas el consistorio ha ofrecido ya, en varias ocasiones, plazas en albergues de baja exigencia. «Son refugios especiales y municipales en los que tienen derecho a pernoctar y se les exigen pocas cosas», comentó Castillo. Sin embargo, todos, entre los que hay personas extranjeras o españoles con problemas personales o de alcoholismo, así como gente que decide «voluntariamente» vivir en la calle, han rechazado la ayuda municipal, como también hacen con la que otras entidades, como Casa Caridad, ofrecen a pocos metros.

La situación en la calle Asilo de la Infancia, con soportales que ofrecen refugio a estas personas en riesgo de exclusión social, colea desde hace años. Los vecinos de la zona llegaron a plantearse, incluso, vallar los soportales para evitar que la gente durmiera en ellos, como por otra parte los habitantes de la plaza de María Beneyto, junto al ambulatorio de Guillem de Castro, hicieron hace años para eliminar el problema que tenían con los indigentes. Sin embargo, los soportales de Asilo de la Infancia, así como los aledaños de la calle En Bany, nunca se han cerrado y los vecinos y comerciantes de Ciutat Vella han pedido ayuda al Ayuntamiento de Valencia. Castillo asegura que continúan pensando opciones y espera tener alternativas para los «sintecho» del centro la semana que viene.