Valencia cuenta con diecinueve tesoros repartidos al norte, sur y oeste de la ciudad rodeados de huerta, de mar y hasta de un lago único en Europa. Diecinueve poblaciones , organizadas en 15 núcleos administrativos, que se anexionaron a partir de la segunda mitad del siglo XIX al cap i casal para gozar del «protectorado» de la capital, aunque pocas veces la ciudad las ha tenido en cuenta. De las quince, seis están gobernadas por mujeres, dos más que en la pasada legislatura: Tamara Martínez en Benifaraig; Enriqueta Llopis en Poble Nou; Lucía Beamud en la Torre, Ana Batlle en el Saler; Raquel Romero en el Palmar; y Laura Felip en el Perellonet.
Tres de las pedanías bañadas por l´Albufera están bajo signo femenino. No hace mucho las mujeres ni siquiera podían pescar en sus aguas, pero la justicia les dio la razón y hoy en el lago se respira normalidad. Como muchos de sus compañeros y compañeras que ahora son alcaldes pedáneos, Ana Batlle, Raquel Romero y Laura Felip provienen del mundo del activismo social y del movimiento vecinal. Durante años lucharon para que sus demandas fueran escuchadas. Algunas de sus batallas se ganaron, como la llegada de la EMT a las pedanías del sur, pero otras se comprometen a impulsarlas ahora desde su nueva responsabilidad.
Ana Batlle defiende su ADN 100 % del Saler. Su familia ha estado muy ligada a l´Albufera y los distintos oficios que se desarrollaron con el lago (pescadores, restauradores y hasta guardas forestales). Es diplomada en relaciones laborables, técnico superior en informática de empresa y ahora estaba terminando un grado en recursos humanos. Asegura que llegó «por casualidad» a la alcaldía de su pueblo. «Vi un escrito en el Facebook en el que hacían partícipe a todo el pueblo en la elección del representante de la alcaldía, una participación que por primera vez era democrática y abierta. Lo pensé y decidí presentarme», explica.
Batlle asegura que tiene mucho trabajo en el Saler «porque antes estábamos abandonados». «No tenemos instalaciones deportivas, ni centro cívico», se lamenta y aspira a «reabrir el pueblo a la marjal, porque se ha perdido el contacto con el puerto por la autopista. Al Saler lo mataron hace mucho tiempo, no solo al pueblo, sino también las costumbres de la gente».
Raquel Romero es otra de las que habla con orgullo de su pasado. «Mi bisabuelo fue alcalde y jurado de la Comunidad de Pescadores del Palmar», recuerda. Esta técnica superior en integración social, fue hace unos años delegada sindical de CC OO en la empresa donde trabajaba, formó parte del AMPA del Saler y de la Associació de Veïns del Palmar. «Me siento orgullosa ya que a través de la Associació de Veïns hemos conseguido que la EMT llegue al Palmar, que fue una reivindicación histórica, y ahora como alcaldesa es una satisfacción personal poder luchar por mi pueblo y hacer cosas por mis vecinos», señala. «Hay muchas cosas que hacer como por ejemplo mejorar el transporte, el servicio médico, arreglar el acceso al embarcadero. Creo que en cuanto a infraestructuras deportivas ya estamos bien y lo que ahora necesitamos es apostar por iniciativas culturales. El objetivo final sería construir un centro cívico y cultural», explica.
Laura Felip es técnica veterinaria y forjó su espíritu activista en el Perellonet «porque en 2012 nos quitaron el autobús infantil, dejando a pequeños de 3 a 5 años a 20 kilómetros de su escuela sin posibilidad de escolarizarse. En aquel momento entré como presidenta del AMPA del Saler. Después me enrolé en Compromís y de ahí a la alcaldía del Perellonet», resume. Asegura que en su pueblo hay mucho trabajo por hacer. «Mi objetivo es mejorar el Perellonet porque no tenemos de nada y durante 24 años estuvimos olvidados, sin los mínimos servicios básicos. No tenemos guardería, ni ludoteca, ni punto de lectura€», se lamenta en un rápido repaso. En su ideario también está potenciar los 5 kilómetros de playa. «Tenemos dos demandas: hacer un carril bici para aprovechar esos cinco kilómetros completamente llanos, y la otra legalizar las escuelas de kitesurf y pádel surf, porque es una actividad que puede ser el futuro para revitalizar el pueblo».
Las tres coinciden en que l´Albufera y el parque natural necesitan un impulso que el equipo de gobierno actual le dará. «Hace falta dragar las acequias y sabemos que es un lago difícil, pero limpiándolo poco a poco se puede recuperar», explica Romero. «Yo noto a faltar información para la gente que viene a l´Albufera. Hay que mejorar la información para que la gente no solo sepa dónde está, sino también para que sea más respetuosa con el parque natural», defiende Felip. Batlle, por su parte, añade la necesidad de cuidar otro tesoro, la Devesa. «Por fin y con Compromís han comenzado a limpiarla», asegura. La transparencia será otro de los ejes de su legislatura. «Que se conozcan todos los gastos y que el pueblo decida qué inversiones quieren», coinciden las tres alcaldesas.
