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"Que llegue ya septiembre"

Los hosteleros de Benimaclet reciben con los brazos abiertos la llegada del nuevo curso, ya que supone el retorno al barrio de los miles de estudiantes que llenan sus calles y sus negocios

"Que llegue ya septiembre"

Quien haya paseado por las calles de Benimaclet se habrá dado cuenta de que el ambiente estaba algo enrarecido este verano. Establecimientos cerrados y bares a medio gas han cambiado la imagen de un bullicioso barrio como este. Pero sobre todo faltaba un elemento clave de la zona: los estudiantes. Al éxodo veraniego que se vive en cualquier barrio de la ciudad por los muchos vecinos que se van de vacaciones o a segundas residencias, se suma en este caso la marcha por unos meses de los estudiantes universitarios, elemento clave de la identidad del barrio. En la actualidad son más de tres mil. Y antes de que la crisis causase estragos en la economía familiar fueron todavía más, llegando incluso a 5.000.

El barrio, por tanto, no puede permanecer ajeno a la ausencia durante un par de meses de esos tres mil jóvenes que,sin hijos ni cargas familiares, suponen un importante revulsivo económico para los comercios del barrio. «Los estudiantes son muy queridos aquí», relata Antonio Pérez, presidente de la Asociación de Vecinos de Benimaclet, que destaca además que la convivencia entre vecinos «de toda la vida» y estudiantes está totalmente normalizada. «La mayoría compra en los negocios del barrio, y eso ayuda mucho», explica el presidente de los vecinos.

«La Murta» es uno de los bares más emblemáticos del barrio y centro de reunión por excelencia de jóvenes y estudiantes. Pepe, uno de los gerentes del local, cifra en un 70% el volumen de negocio que susponen los estudiantes en horario nocturno. Durante el día los vecinos del barrio son mayoría, pero en verano, entre los estudiantes que se marchan y los vecinos de vacaciones les sale más rentable cerrar que estar abiertos. Ahora ya están en marcha y frotándose las manos para que entre esta semana y la próxima los estudiantes vuelvan a hacerse con el barrio.

Un negocio que no cierra pero que también sufre la ausencia de los estudiantes es «La Cassola», un establecimiento de comidas para llevar. Sonia, su dueña, asegura que durante el año los universitarios suponen casi la mitad de sus ventas. «En un negocio pequeño cualquier cliente es importante y en nuestro caso, aunque tenemos una importante clientela de vecinos del barrio, los estudiantes son una parte fundamental de nuestra facturación». Peor lo pasan los puestos de kebabs que proliferan en el barrio. «Estamos deseando que llegue septiembre», cuenta Sukhjinder, dueño de uno de estos establecimientos de comida turca que, por sus bajos precios, son predilectos entre los más jóvenes.

Los propios vecinos del barrio también notan la ausencia de los jóvenes. «Se siennte sobre todo porque ahora se puede aparcar muy bien y en cuanto empiece el curso, volverá la normalidad y volverá a costar mucho aparcar», cuenta Sonia, una vecina del barrio, para quien los universitarios «dan mucha vida a este barrio». Y es que todos admiten que los estudiantes son un elemento indispensable en Benimaclet. Por eso, «son muy bienvenidos en el barrio, están bien vistos», explica el presidente de la asociación de vecinos. Pérez añade además que a pesar de ser vecinos «temporales» (aunque al final muchos terminan quedándose) buena parte de ellos «aman» tanto el barrio que se implican en las asociaciones culturales y sociales de la zona.

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