Un anillo visigodo de oro macizo con un alto valor histórico falta de las vitrinas del museo de l´Almoina ya más de un año y en la actualidad nadie acierta a explicar cuál es su paradero. Salió de su emplazamiento habitual a principios del año pasado para formar parte de una exposición montada por el vecino Museo de la Ciudad bajo el título «El oro sobre la piel», pero esa muestra se desmontó en enero de este año y la pieza no ha vuelto a su lugar. Ayer ninguno de los dos museos dio una explicación al respecto, como tampoco la dio la jefa del servicio de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Valencia, Paula Delgado, que durante toda la mañana hizo gestiones, eso sí, para resolver el «misterio».
La pieza en cuestión es un anillo de oro macizo, hallado en una tumba visigoda, que por su formato pudo pertenecer a algún obispo de la época. Se trata de una pieza de gran valor material e histórico, por lo que fue una de las primeras en ser señaladas para formar parte de una exposición que se montó en el vecino Museo de la Ciudad bajo el título «El oro sobre la piel».
Aquella muestra, idea de la anterior concejala de Cultura, Mayrén Beneyto y comisariada por Isabel Barceló, estaba formada por joyas históricas de todos los museos municipales. Su inauguración tuvo lugar a primeros de febrero para finalizar en mayo, pero finalmente se prorrogó hasta el mes de enero de este año.
No retorno
Al finalizar la misma, las piezas de la exposición deberían haber vuelto a sus museos de origen para seguir expuestas al público, pero en el caso de este anillo y otras alhajas de l´Almoina no fue así y ocho meses después la vitrina en la que se exponía sigue vacía. Tampoco se conoce el lugar donde se guarda la pieza, como denunció ayer en un artículo publicado en este periódico el anterior director del Centro Arqueológico de l´Almoina, Albert Ribera.
Ayer ni en un museo ni en otro hubo la posibilidad de hablar con sus responsables para que explicaran la situación del anillo y del resto de las joyas. Tampoco fue posible obtener una respuesta de la jefa del servicio de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Valencia, Paula Delgado, quien según distintas fuentes hizo gestiones a lo largo de la mañana para tratar de desvelar el enigma e intentar poner orden en todo esto.
Y es que todo parece indicar que es precisamente una cuestión de orden. El primer elemento a tener en cuenta es que se trata de una exposición «interna», formada con piezas de los museos municipales, y no existe el celo habitual de estos casos por devolver y recuperar las piezas. Otro elemento a tener en cuenta es que el museo de l´Almoina no tiene en este momento una cabeza visible, sino tres «jefes» distintos que se reparten las responsabilidades por áreas. Y en tercer lugar hay fuentes que hablan de las «tensas» relaciones que existen entre los responsables de ambos museos.
La clave podría estar en una arqueóloga que reparte sus funciones entre el Museo de la Ciudad y el museo de l´Almoina, que según todas las fuentes podría conocer el paradero de las piezas, pero tampoco con ella fue posible hablar al encontrarse de vacaciones.
