La prohibición de los circos en los que se exhiben animales salvajes puede tener un fuerte impacto en la oferta de ocio de la Navidad. Valencia acoge todos los años hasta cinco circos diferentes, nacionales e internacionales, de los cuales únicamente uno, el Gran Fele, no lleva animales y además hace bandera de ello. Esta circunstancia es, precisamente, lo que los diferencia de los demás. De prohibirse el resto de los circos, la oferta se vería seriamente mermada, salvo que las empresas gestoras de los mismos asuman las consecuencias y la filosofía marcada por el nuevo equipo de Gobierno y saquen de su oferta a los cocodrilos, los leones, los tigres o los hipopótamos que llevan con ellos.