Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Valencia, la gran postergada

Valencia, la gran postergada

Leo sobre el agravio de la infrafinanciación de 12.433 millones y no salgo de mi asombro. El señor Montoro se apodera de los números y juega con ellos como si fueran fichas de dominó y con esa voz y sonrisa peculiar que posee, establece órdenes injustas que lo hacen poderoso, ¡Ay el poder, qué peligro! Mucha gente no se da cuenta que el poder viene y va?

Me he sentido muy bien al escuchar al Conseller de Hacienda, Vicent Soler, sobre la gran injusticia que implanta el Gobierno Central a la Comunitat Valenciana. (¡Bendita la hora que no fue Rector de la Universitat!) La actitud del President y sus palabras contundentes, proporcionan seguridad: «Hay un problema de desigualdad y de asimetría que hay que revolver? Un país es mucho más que un partido político. Y desde luego muchísimo más que una persona. Es la pluralidad». Ha remarcado y ha dado a conocer que la Conselleria de Hacienda «va a presentar todos los datos a la Conselleria de Justicia para que se estudie en profundidad la posibilidad de iniciar acciones legales para restituir el cumplimiento de la Constitución y de la Ley de Financiación Autonómica». El esfuerzo que están realizando conjuntamente las dos Consellerías nos ennoblece. La afirmación de la Consellera de Justicia, Gabriela Bravo: «?No se puede aceptar que se ningunee a la Comunitat». Abre puertas hacia la dignidad y la justicia de nuestro pueblo.

Ese proceder del Gobierno Valenciano remite a páginas claves de nuestra historia. Quiero detenerme en la riada de 1957. El Marqués del Turia, entonces alcalde de Valencia, fue acusado por el propio Franco de haber pedido, tras la riada, «demasiado». El Alcalde, culpó al Gobierno la falta de agilidad y aludió al desvío de subvenciones destinadas en principio a Valencia: «No ha llegado, todavía, ni un céntimo».

Martín Domínguez, director de Las Provincias, pronunció en 1958, en el acto de exaltación a la fallera mayor, el famoso discurso en el que manifestaba la tensa pugna de Valencia con el Gobierno: Valencia, la gran silenciada. Cuando enmudecen los hombres, hablan las piedras. Tras su discurso recibió el Bunyol d'Or de manos de la fallera mayor en presencia de las autoridades. Valencia era entonces, una ciudad de densos silencios? Aquellas palabras señalaban la complejidad de la política valenciana. Ya en 1956, tras la gravísima helada de los cítricos, el valeroso periodista, había puesto en debate la falta de atención del Gobierno Central. El alcalde y el director de Las Provincias fueron cesados de sus cargos.

Sin embargo, en 1962, tras la trágica riada de Cataluña, Franco viajó hasta Barcelona con su gobierno en pleno, donde hicieron todo tipo de promesas. Siempre ha sido así a lo largo de nuestra historia. ¿Somos realmente «muelles»? Los valencianos tuvimos que pagar un recargo con los sellos del Plan Sur, que costaban 25 céntimos, destinados a sufragar la parte de las obras que tenía que afrontar el ayuntamiento. En aquella época? solo existía el correo.

Teodoro Llorente en su manifiesto fundacional escribió: «Valencia tiene desgracia en las altas regiones gubernamentales. Mientras otras provincias miran prevenidas sus aspiraciones con vigilante solicitud, Valencia hace infructuosos esfuerzos en obtener lo que de justicia se le debe». «Diguem no!»

Compartir el artículo

stats