Rosa se queda. La Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) Valencia consiguió ayer un aplazamiento para la orden de desahucio que dejará a Rosa Martínez en la calle, a sus 70 años, con una minusvalía del 72% y un hijo enfermo a su cargo. A las 14 horas, Rosa llegó directa del juzgado con la orden de aplazamiento que le permite permanecer en su casa un mes más. Solo en ese momento, se dejó llevar por la emoción y sonrió a los presentes agradeciendo su apoyo. Conmovida, pero mostrando su fortaleza. Que no es poca. Sin embargo, la lucha sigue porque el objetivo tanto del ayuntamiento como de los diversos colectivos que ayer protestaban frente a la casa de Rosa „llamando a los jueces «a una reflexión», protestando por la «avaricia de los bancos» y exigiendo soluciones„ es que Rosa se quede en su casa. Punto. «Para dos telediarios que me quedan...», decía ayer la mujer mientras esperaba nerviosa, en su casa, que llegara la comisión judicial.

Rosa no estaba sola. Sus «hermanas» de PAH Valencia, Carmen y Liliana, no se separaron de ella un momento. La concejala de Vivienda del ayuntamiento, María Oliver, tampoco. El concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, también quiso estar presente. Era la primera vez que el Ayuntamiento de Valencia daba respaldo a oficial a una afectada por un desalojo. El alcalde Joan Ribó aseguró que la policía local no participaría en desahucio alguno en la ciudad. Y así fue.

Desde primera hora de la mañana, más de 150 personas se agolparon en la puerta de la vivienda de Rosa, con las camisetas de Stop desahucios, pancartas con lemas de todo tipo y un claro mensaje: Rosa se queda. Y así será. La orden de lanzamiento estaba prevista para las 11,30 horas, pero eran las 12,30 horas y la comisión judicial no aparecía. Por ello, miembros de PAH Valencia acompañaron a una Rosa que, con la cabeza bien alta, atravesó al multitud que le daba ánimos para montarse un coche en dirección al juzgado número 3 de Valencia. Ni una persona se movió de la puerta de Rosa.

Una hora después, una de las activistas de PAH Valencia, con el teléfono en la mano, lanzó un grito: ¡Rosa se queda! Y los asistentes estallaron en aplausos. Y es que en un mes se pueden hacer «muchas cosas». Desde el ayuntamiento, la concejala María Oliver aseguró que «en este plazo seguiremos luchando para que Rosa se quede en su casa. No vamos a parar hasta conseguirlo». Desde PAH Valencia aseguraron que ahora pedirán al juez la paralización de la orden de desahucio, tras haber presentado una denuncia en el juzgado mercantil número 2 por «cláusulas abusivas». «Esta denuncia se ha admitido a trámite así que es importante que el juez paralice el proceso que hay en marcha hasta que salga esta resolución», explicaron.