El Ayuntamiento de Valencia anunció ayer su intención de recurrir al mercado mayorista de la electricidad para rebajar «unos millones» la enorme factura de la luz y ayudar a las familias que sufren la pobreza energética, es decir, aquellas que no pueden pagar los recibos a final de mes.

Según explicó ayer el portavoz adjunto del Ayuntamiento de Valencia, Jordi Peris, la intención del consistorio, a través de las concejalías de Cambio Climático y Gobierno Interior, es eludir a las grandes distribuidoras de electricidad y dirigirse al mercado mayorista con una triple intención. En primer lugar se podrían reducir «unos millones» la elevada factura de la luz, que en la ciudad de Valencia es especialmente alta. Quieren, así mismo, que el suministro sea lo más sostenible posible, con prioridad para las energías alternativas. Y finalmente, se proponen aprovechar las condiciones del mercado mayorista para atender a las familias incluidas en lo que se ha dado en llamar pobreza energética.

Según la moción que se debatirá en el próximo pleno, la compra de la energía como consumidor directo «permitirá una mayor autonomía en la gestión y la cesión o donación de los sobrantes de energía a los colectivos sociales menos favorecidos».

Peris recordó que «hay muchas familias que tienen problemas para pagar la luz» y que el problema empieza a ser «muy grave». De hecho, recuerda la moción, «la pobreza energética es responsable en España de entre 2.300 y 9.300 muertes prematuras, una cifra más elevada que la de víctimas mortales de accidentes de tráfico».

Por otro lado, la Junta de Gobierno Local dio ayer el visto bueno al inicio del Plan de Adaptación al Cambio Climático. En este sentido, Peris resaltó el compromiso municipal no solo de reducir las emisiones de CO2 en la atmósfera, sino de convertir al de Valencia en un Ayuntamiento en el que, de manera transversal y con implicación de todas las áreas, se toman las medidas para combatir y frenar el cambio climático.

Jordi Peris explicó que estos firmes compromisos de la ciudad de Valencia, adquiridos a finales de 2014 cuando el Ayuntamiento firmó la adhesión al Pacto de los Alcaldes por la Adaptación, se renovarán en una próxima reunión que se celebrará en Bruselas, en la que el ayuntamiento estará representado y expresará su firme decisión de proseguir con un Plan de Adaptación que se quiere que esté acompañado por un proceso de participación ciudadana.