El Senado no ha admitido una pregunta formulada por el senador de Compromís por la Comunitat Valenciana e integrante del grupo parlamentario mixto, Carles Mulet, sobre si algún miembro del Gobierno sintió «algún tipo de rubor» al conocer gastos de Alcaldía de Valencia durante el mandato de la popular Rita Barberá desvelados en la web de Ritaleaks.

«Ostras, langostinos, gazpacho, jamón, anchoas y ternera. Todo regado con tres botellas de vino a 34 euros cada una. La cuenta: 444,64 euros a pagar por el Ayuntamiento de Valencia. Es tan sólo una de las facturas de las más de 400 que se desvelaron hace poco mediante la web de Ritaleaks», señaló Mulet en su pregunta escrita.

Al respecto, indicó que en esta web se desgranan «muchos de los gastos cargados a protocolo de la Alcaldía de Valencia desde 2009 hasta abril de 2014, en plena crisis». En total, «278.000 euros contabilizados durante una legislatura en comidas, hoteles y viajes», destacó. Asimismo, señaló que algunos de los recibos «evidencian gastos suntuarios como una noche de hotel en Florencia por más de 770 euros en noviembre de 2010 o estancias en Madrid en el exclusivo hotel Adler a 561 euros la noche o en el Westin Palace por 685 euros en 2012».

Barberá y la Memoria Histórica

Por otra parte, el diputado nacional del PSPV-PSOE, José Luis Ábalos, dijo ayer que su partido no busca una sanción penal, sino sólo «moral», para la exalcaldsesa Rita Barberá por desobediencia a la ley de Memoria Histórica al mantener durante su mandato simbología franquista en la ciudad. Dirigentes socialistas, entre ellos Ábalos, presentaron hace cuatro meses una denuncia ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana contra la entonces alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, por un supuesto delito de desobediencia al mantener nombres de calles y distinciones de la ciudad a destacados dirigentes franquistas.

Sobre el asunto, el portavoz municipal del PP, Alfonso Novo, dijo que las declaraciones de Ábalos «son un claro ejemplo de la estrategia fracasada del PSOE, que está antes centrada en generar división entre los españoles que en resolver sus preocupaciones.»