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Inmuebles

Este palacete es una ruina

Los dueños del palacio de Daya Nueva acometen obras de consolidación a instancias del consistorio por el mal estado del edificio

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El palacio de los Condes de Daya Nueva, uno de los más antiguos de la señorial calle Caballeros, está en obras desde hace unas semanas. Seis años después de que el Servicio de Disciplina Urbanística requiriese a los propietarios del edificio, la familia Dasí, para que llevase a cabo una intervención de consolidación ante el riesgo de desprendimientos y caída de tejas y cascotes a la vía pública, los descendientes del Marqués de Dos Aguas han empezado las reparaciones en el exterior del palacete.

Del esplendor del palacio, de origen gótico, y sus famosas fiestas para la alta sociedad queda ya poco. De hecho muchas de sus estancias nobles están cerradas. Los propietarios han acondicionado algunas partes del edificio como residencia, pero la mayoría de las habitaciones están cerradas y en espera de rehabilitación. Los condes de Daya Nueva se miran en el espejo de sus vecinos del palacio de Malferit, propiedad de la familia Noguera, que han sabido sacarle rentabilidad a este palacete a través de una fundación cultural que gestiona el exitoso museo de los soldaditos de plomo y los eventos que se realizan en el el patio gótico. El palacio de Malferit además ha sabido abrirse a los nuevos usos que permiten los planes de protección de monumentos aprobados por el Ayuntamiento de Valencia y destinado a uso terciario espacios como las antiguas caballerizas donde desde hace unos años funciona un tienda de decoración.

Esplendor y decadencia

Al Palacio de Daya Nueva, ubicado en el número 33 de la calle Quart, se accede por un recoleto patio con arcos góticos, pozo y cancela. Quienes visitaron el palacio, construido en el siglo XV, dejaron testimonio de cómo era el interior de la que fue residencia de varias familias nobles. Entre sus magníficas estancias destacan el salón rojo, llamado así por las tapicerías de ese color que lo decoran, el salón dorado de estilo Luis XV decorado con tapices dieciochescos, el salón de baile y el salón azul presidido por una gran chimenea de madera labrada.

A través del recibidor con suelos de mosaico valenciano se llega a otras estancias como el comedor inglés, recubierto de madera, y la cocina, decorada con un panel de cerámica valenciana y escenas costumbristas. Así lo relata en una de sus crónicas la escritora Mª José Muñoz Peirats.

El expediente del servicio de ruina del ayuntamiento revela que la fachada no es la único que está en mal estado en el palacio de Daya Nueva. Los propietarios tendrán que actuar además en el interior del palacio, concretamente, en la entreplanta donde los desprendimientos de los falsos techos han dejado a la vista el forjado de madera en estado de pudrición. El ayuntamiento también pide a la propiedad que intervenga en los sótanos donde las vigas de madera están apuntaladas dado su mal estado. Las estancias en peor estado han sido precintadas por el servicio de Bomberos.

El expediente al que ha tenido acceso este diario destaca el mal estado «generalizado» de las fachadas, con humedades, desconchones, grietas y fisuras en paramentos, molduras, balcones y dinteles. Señala así mismo el mal estado del canalón de recogida de aguas recayente a la plaza del Correo Viejo. Los bomberos tuvieron que intervenir en el palacio en octubre de 2010 por «derrumbamiento de un falso techo». En enero de 2011, los bomberos volvieron al edificio por el mal estado de las vigas de madera y la filtración de agua.

La rehabilitación que ahora se está realizando mejorará la situación del palacio de Daya Nueva, donde se hospedaron personajes ilustres, entre ellos Don Juan Carlos de Borbón „siendo aún príncipe de Asturias„, que, no obstante, seguirá pendiente de una rehabilitación en profundidad.

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