Secas, abandonadas y llenas de basura. Así se encuentran casi todas las fuentes de la gran vía Fernando el Católico, entre Ángel Guimerà y el paseo de la Petxina. Se trata de una zona muy frecuentada por vecinos y con varios parques infantiles y gimnasios para mayores. Los usuarios de los jardines centrales de las grandes vías afean al ayuntamiento el abandono de las fuentes en estos parques. De las tres fontanas presentes en el bulevar de Fernando el Católico, solo una se encuentra en funcionamiento, y no de manera constante: la que homenajea a Salvador Giner y que se encuentra junto a Ángel Guimerà, donde fue trasladada en 1960 tras su construcción en 1921.

El resto permanecen silenciosas. Es el caso de la fuente situada junto al puente de Ademuz. Se trata de una fontana ornamental construida en 1974 y que distribuye el agua mediante canales entre distintas albercas situadas a varios niveles. O lo haría si funcionara. Permanece reseca y varios de sus caños están repletos de basura.

En el mismo estado se encuentra la conocida como fuente del obelisco, frente al Colegio Jesús y María en la misma gran vía. Los vecinos que frecuentan la zona aseguran que hace «años» que está vacía y que únicamente se limpia de hojas y demás basura «una o dos veces al mes».

El mantenimiento de las fuentes de la ciudad es una de las contratas más caras de la ciudad y supera los 2,7 millones de euros en cuatro años. Imesapi ganó el concurso de nuevo en 2014 tras más de una década de prórrogas en el contrato aprobado en 2011, tal como la oposición municipal denunció en 2014.

El nuevo equipo de Gobierno ya sabe que reparar y rehabilitar las seis fuentes más importantes y de mayor riesgo de la ciudad, entre las que se cuentan la de las plazas de la Virgen y del Ayuntamiento, costará casi un millón de euros. Estas fontanas se encuentran llenas de corrosión y lavarles la cara costará al consistorio casi la mitad que el mantenimiento de todas las fuentes de la ciudad.