Es la primera mujer que, en 30 años, presidirá el Club de Encuentro Manuel Broseta y ayer fue proclamada presidenta de la entidad ante los más de 300 socios que la conforman. Eso sí, con la ilusión del primer día y las ideas muy claras. Se trata de la abogada Amparo Matíes, que asume «un nuevo reto» con una junta directiva «plural», como «la sociedad valenciana», y «muy profesional».

La nueva presidenta del Club de Encuentro Manuel Broseta y su equipo de trabajo compartirán la dirección con la actual junta directiva (la de Francisco Puchol-Quixal) hasta el mes de diciembre. De hecho, Matíes es secretaria de la entidad en el actual equipo directivo, del que lleva formando parte desde hace 12 años.

Sin embargo, a partir de enero, Amparo Matíes tomará las riendas del club y tiene muy claro que entre sus principales objetivos destaca «cambiar algunos formatos y mantener otros con el objetivo de aumentar la participación. El objetivo es que los foros de participación y debate no se queden solo en una ponencia o una conferencia. Queremos ir más allá, pero debemos estudiar cómo hacerlo y no quiero avanzar nada concreto hasta que no llegue el momento. La Comunitat Valenciana vive una situación muy delicada y debemos tratar todos los temas, realizar actividades y cambiar algunos formatos».

Amparo Matíes asume la presidencia «como un reto» y «una responsabilidad» ya que ser la primera mujer que preside el Club de Encuentro Manuel Broseta «se debe notar». «Creo que se debe notar que es una mujer quien preside la entidad, siempre dentro de una lógica. Cada persona tiene un estilo y una impronta», explica la abogada.

Para la nueva presidenta «el Club de Encuentro es una asociación que debe luchar por ser un lugar donde se debata, se discuta y se intercambien opiniones desde el respeto. El Club de Encuentro no tiene opinión. Tenemos una responsabilidad con la sociedad y aunque no es nuestro objetivo buscar nuevos socios sí queremos que participe el máximo número de personas posibles. Para debatir y aprender, desempeñando los valores democráticos. La sociedad civil también tiene una responsabilidad».