La Policía Local de Valencia y los vecinos han evitado la ocupación de una vivienda de titularidad privada enla calle José Benlliure, en la zona que estaba afectada por la derogada prolongación de Blasco Ibáñez.

Los vecinos denunciaron el pasado viernes ante la policía que un grupo de personas había forzado la puerta de una vivienda y se había instalado en su interior. La policía se personó de inmediato en la vivienda ocupada advirtiendo de la ilegalidad y conminando a los ocupantes a abandonar la propiedad privada. Tras la mediación de la policía, los ocupantes de la vivienda decidieron ayer abandonarla. El propietario ya ha cambiado la cerradura para evitar nuevas intrusiones.

La concejala de Protección Ciudadana, Sandra Gómez, aseguró que en el Cabanyal aún quedan muchas viviendas ocupadas, si bien el nuevo ayuntamiento no va a consentir nuevas ocupaciones ilegales. «No habrá más impunidad», recalcó. Gómez explicó que el actual gobierno municipal «ha heredado una situación muy complicada de ocupaciones consolidadas frente a las cuales no hubo una actuación policial temprana que ahora es complicado de resolver porque en muchas ocasiones afecta a familias con menores».

«No actuaremos a la fuerza»

La concejala de Protección Ciudada asegura que para resolver el problema de la ocupación de viviendas será necesaria la implicación de la Concejalía de Bienestar Social puesto que a las familias que ocupan las viviendas municipales hay que ofrecerles una alternativa. El nuevo gobierno no es partidario de desalojar las viviendas ocupadas por la fuerza sino de mediar para tratar de mejorar la situación social de estas familias, la mayoría en riesgo de exclusión. «Se trata de familias con unas costumbres concretas a las que hay que convencer de que deben adaptarse y convivir», recalcó la concejala de Protección Ciudadana.

La ocupación de viviendas será uno de los aspectos que se tendrán en consideración en la estrategia del Cabanyal que se presenta mañana.