Los gestores deportivos privados volvieron a recordar ayer que la administración pública no puede convertirse «en competencia desleal» de sus negocios y pidieron al Ayuntamiento de Valencia que renuncie a construir equipamientos deportivos destinados al fitness y al cuidado personal porque, a su entender, es un campo que deberían explotar los empresarios, no las instituciones.

La concejala de Deportes, Maite Girau, se reunió ayer con el presidente de la Federación de Empresarios de Instalaciones Deportivas de la Comunidat Valenciana, Juan Carlos Gómez-Pantoja, quien trasladó a la regidora socialista los problemas y preocupaciones del sector. El representante de los gestores privados aseguró que la reunión fue fructífera y ofreció la máxima colaboración de su colectivo con el consistorio para diseñar un futuro mejor.

«Le hemos transmitido a la concejala que nosotros somos la solución, porque la iniciativa privada, que cuenta con el 60% de las instalaciones deportivas en la Comunitat Valenciana, dispone de todos los modelos de negocio, incluso soluciones de bajo coste que una administración no puede ofrecer, ni debe competir», explicó Gómez-Pantoja. Para el presidente de la Federación de Empresarios de Instalaciones Deportivas, las políticas públicas deben ocuparse de los deportes de equipo y federados, mientras que el ámbito privado debe explotar disciplinas como el fitness o actividades dirigidas, como el baile, zumba, aerobic, etc. «Hay que evitar las duplicidades y profundizar en la colaboración público-privada», enfatizó Juan Carlos Gómez-Pantoja

Decenas de ejemplos

El máximo responsable de las empresas del sector puso numerosos ejemplos de lo que su gremio considera que son malas praxis de la administración. «Hay que gestionar bien los recursos públicos. No hace falta que cada barrio tenga una piscina, porque si no ninguna acaba funcionando. No puede ser que la piscina de Trafalgar esté a 5 minutos del polideportivo de las Naves de la Cross. O que se hayan construido un montón de pistas de pádel ahí cuando hay una oferta privada prácticamente al lado y eso pone en peligro su futuro. Cuando se abrió el centro de Abastos, supuso el cierre de 25 gimnasios de los alrededores, y eso no se puede permitir. O por ejemplo, la oferta que ofrecerá el Polideportivo Juan Antonio Samaranch es competencia directa del club que abrió un empresario de Palma de Mallorca en el centro Aqua y en el que invirtió seis millones de euros. ¿Qué va a pasar con ellos ahora?», se preguntó el dirigente.

Otro de los ejemplos que consideran un «despropósito» es el del futuro polideportivo de Nou Moles. «Tendrá piscina, y a cinco minutos está la de Mislata, de de Abastos y la de la Petxina. Así es imposible que sea rentable».

Sobre la intención del equipo de gobierno de municipalizar la gestión de los deportivos, Gómez-Pantoja no puso ninguna objeción: «Nos parece bien que lo público se gestione de manera pública».