La Generalitat Valenciana ha informado a la Concejalía de Agricultura, Horta i Pedanies que volverá a autorizar la quema controlada de la paja de arroz en los próximos días, tras elaborar un informe en el que aduce razones fitosanitarias. Ante el previsible anuncio oficial, el departamento que dirige Consol Castillo ha puesto en marcha un plan alternativo para mitigar los efectos del humo en la ciudad. Así, el consistorio pondrá a disposición de aquellos agricultores y empresas que quieran retirar los rastrojos las tres máquinas rotoempacadoras con las que cuenta. Mañana sábado se recogerán los restos de dos de los distintos tancats con los que cuenta el término municipal de Valencia.
Se trata de una medida que, por una parte, busca darle un nuevo uso a la paja de arroz que se cultiva en el Parc Natural de l'Albufera y, por otra, reducir las molestias de los vecinos de la ciudad que viven más próximos a laciudad. «Teníamos tres máquinas empacadoras que el ayuntamiento adquirió hace años y las que hay que darles uso. Una empresa relacionada con el mundo de la ganadería se puso en contacto con la concejalía para retirar estos resto y el consistorio colaborará con ella cediéndole la maquinaria. También lo haremos con quien lo solicite», señalaba Consol Castillo a este periódico.
Los trabajos para empacar la paja de arroz se llevarán a cabo el mañana sábado en los tancats de Pomero y Alcatí, dos de las pocas zonas de cultivo con las cuenta el término municipal del cap i casal. La iniciativa de la Concejalía de Agricultura, a través del Consell Agrari, pretende dar alternativas a la tradicional quema de paja, que el año pasado también se autorizó. Castillo explica que si la quema se realiza bien «no tiene por qué causar molestias a los vecinos» y que para ello el Consell Agrari Municipal se encarga de elaborar «un calendario» para que estas actuaciones se haga de forma «lo más controlada posible». «El Consell Agrari actúa como un sistema de control. Organiza un calendario de quemas controladas después de hablar con los presidentes de cada tancat y en colaboración con los agentes medioambientales del Parc Natural de l'Albufera. Además se informa a bomberos y a la Policía Local de cuándo y cómo se van a desarrollar, y además los guardas sigue al detalle estas operaciones, de tal forma que si se produce un cambio de viento o cualquier otra circunstancia que dificulte la quema, entonces se detiene», señaló la regidora de Compromís.
Se desconoce qué zonas autorizará finalmente la Generalitat para quemar la paja, que muchos años se ha prohibido por razones medioambientales. Donde no sé conceda el permiso, los agricultores optarán por la técnica de fanguejar, es decir, mezclar la paja con el fango para que se pudra y desaparezca por su descomposición.
