Vicente González Móstoles, arquitecto del ayuntamiento de la avenida de Suecia que proyectó entre 1985 y 1987 y que ahora está siendo derribado por el consistorio, asegura que lleva su demolición como «un error político y una herida personal». En una entrevista que se puede leer hoy en la edición de l´Horta de Levante-EMV, el también presidente del Consell Valencià de Cultura recuerda que indicó al alcalde de Valencia, Joan Ribó, una carta qu la gestión pacífica del conflicto que habría de caracterizar «la sociedad democrática», no incliue «el traslado de los problemas existentes de uno a otro lado del tablero, creyendo que así se consiguen resultados». «No se ha sabido evitar y lo lamento», explica González Móstoles.

El arquitecto afea al consistorio que su carta «no ha tenido respuesta, algo que chirría en los presuntos nuevos tiempos». «Hubiera hecho falta sentido, sensibilidad y coraje pero de todo ello no ha habido ni rastro», asegura González Móstoles.

Nacido en Meliana en 1940, conoce bien la ciudad de Valencia. Sobre el conflicto del Cabanyal, que acaba de firmar una página más con la derogación del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) propuesto por el gobierno de Rita Barberá, asegura que la derogación «ha sido posible gracias a Salvem el Cabanyal que es un ejemplo de integridad intelectual social colectiva como no he visto nunca».

«Sé que el gobierno municipal presentó a los vecinos un paquete de 10 medidas que esencialmente prevén dedicar a la rehabilitación algunos fondos municipales, autonómicos y europeos que o bien no se han utilizado, estaban paralizados o no se habían solicitado», explica el arquitecto, que destaca que hay que tener en cuenta que actualmente «existe un problema acumulado de no haber concedido licencias durante unos cuantos años, lo que se podrá atender a través de las normas transitorias de aplicación directa». «Creo que en el Cabanyal hay que hacer un plan, participativo claro, aunque por la singularidad del barrio es evidente que deberá ser muy particular», comenta González Móstoles, que impulsó la protección y recuperación de la Devesa del Saler y de Ciutat Vella, y la ordenación del Jardín del Turia.