El Ayuntamiento de Valencia ha decidido paralizar la expansión de la zona azul y naranja que el anterior ejecutivo del Partido Popular estimó en unas 10.500 plazas nuevas para los próximos ocho años. Así aparecía en el pliego de condiciones para la adjudicación del nuevo contrato de la ORA, pero el equipo de gobierno actual lo suspendió. El concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, considera que hasta que no comience a aplicar su modelo de ciudad no podrá evaluar cuáles son las necesidades actuales de aparcamiento de pago en el cap i casal. Mientras, el consistorio ha prorrogado la contrata del servicio de la ORA a la empresa Dormier hasta que decida si lo municipaliza o plantea otro concurso público.
«El anterior gobierno negoció una nueva contrata de la ORA donde decía que de las 5.400 plazas de zona azul y naranja que tenemos ahora, querían llegar hasta las 16.000. La idea del PP suponía un incremento del 190% respecto a la situación actual. Es decir, barrios donde no hay que pagar para aparcar, ellos querían que se pagara. Y eso nosotros lo hemos paralizado. El PP ha transmitido a los ciudadanos el mensaje de que se compraran coches y que los usaran, y ahora quieren cobrarles. Nuestra acción de gobierno pasa por reducir el número de vehículos privados circulando por Valencia, pero necesitamos tiempo y consenso, por lo que ahora no tiene sentido ampliar la zona de la ORA ni en Russafa ni en cualquier otro barrio», explicó el regidor de Compromís a este periódico.
En la actualidad, la ciudad cuenta con unas 5.000 plazas de rotación (color azul), con tarificación horaria, y unas 640 plazas de residentes y mixtas (color naranja) con tarifa para 1, 3 o 7 días. Las tarifas de las zonas de pago varían en función de donde se encuentren. De esta forma, en la zona azul del centro y los ensanches se paga 1 euro la hora, mientras que en el resto de la ciudad la tarifa es de 0,80 euros. En la zona naranja hay tarifas de 0,60 euros; 1,70 y 2,80 euros para residentes, mientras que una persona que estacione en zona naranja y no disponga de la pertinente tarjeta debe abonar 2,10 euros la hora.
Los planes de Grezzi para la zona ORA y naranja representan un cambio de filosofía. «Lo que vamos a hacer es hacer cambios en la ordenanza de la zona naranja porque no ha funcionado en Ciutat Vella», explica el concejal de Movilidad Sostenible. «Yo viví en Bolonia en 1999, tenía coche que usaba para ir a trabajar, y se pagaba una tasa anual con una pegatina para aparcar, que se ha hecho en muchos sitios del mundo. Aquí lo que tenemos es que cada semana hay que sacar un ticket y además con la tarifa más cara de España, 128 euros por 52 semanas. Creo que Zaragoza es un poco más caro, pero en otras ciudades cuesta solo 65 euros. Eso hay que revisarlo», considera el edil de Compromís, que aboga por un modelo con precios más económicos y de pago anual.
Busca el consenso
En todo caso, Giuseppe Grezzi es cauto y señala que cualquier propuesta nueva debe surgir fruto del debate, la participación y el estudio previo. «Antes de hacer nada, hay que hacer estudios y propuestas. Tenemos que aplicar nuestro modelo de movilidad, porque si conseguimos reducir el número de coches en circulación, también significará que, probablemente, no harán falta tantas plazas de aparcamiento», explica el concejal, que asegura que le han comenzado a llegar propuestas ciudadanas para aplicar algunas de sus nuevas medidas en otros barrios de la ciudad. «Por ejemplo, en los barrios de San José y l'Amistad estamos estudiando introducir el límite 30, al igual que en Benimaclet, donde hay otra petición».
