Compromís, Partido Socialista y València en Comú, componentes del equipo de gobierno municipal, aprobaron ayer una moción en defensa del diálogo en Cataluña y una reforma constitucional que «asuma la existencia de la España plurinacional». Rechazaba, al mismo tiempo, sendas mociones del PP y de Ciudadanos en las que proponían una declaración institucional en defensa de la unidad de España y de la Constitución.

La moción fue aprobada en el transcurso de un pleno municipal en el que la estrella debían ser los impuestos municipales y finalmente se impuso el debate nacionalista e identitario. Cuatro mociones lo hicieron posible, todas ellas firmadas por la oposición, que introdujo también estas cuestiones en otros dos debates más, uno de ellos para reprobar el conseller de Educación, Vicent Marzà.

Ante la proximidad de las elecciones catalanas, PP y Ciudadanos presentaron mociones en defensa de la unidad de España. Frente a los intentos por separar a Cataluña, Fernando Giner, portavoz de Ciudadanos, defendió el respeto a la Constitución y al proyecto común que ha dado 40 años de estabilidad, mientras que Alfonso Novo (PP) lamentó que no se piense en el bienestar de los catalanes y se traten de ocultar sus problemas institucionales. «Toda España es de todos y ningún territorio es de nadie», precisó.

Su vehemencia, sin embargo, no dio frutos. «El único camino es el diálogo y el acuerdo», replicó Joan Calabuig, portavoz del equipo de Gobierno, al que la oposición le reprochó que fuera él y no el alcalde quien diera la réplica. Su propuesta, por tanto, fue una moción alternativa que a su juicio es «la mejor aportación que se puede hacer desde Valencia».

Estado «plurinacional»

En ese texto, los tres partidos se «reafirman en su compromiso con los principios constitucionales» y tras mostrar su preocupación por lo que acontece en Cataluña, instan al Gobierno a abrir vías de diálogo «para poner en marcha un proceso que reforme nuestro sistema de organización territorial hacia un Estado que asuma la existencia de la España real: plurinacional, con su rica diversidad cultural y lingüística, que pueda ser lugar de encuentro y unión».

Giner, sin embargo, no cree que haya que abrir ningún debate y Novo se refirmó en su defensa de la Constitución. Sólo agradeció, irónicamente, que el alcalde Joan Ribó, diga que no es independentistas, insuficiente, en cualquier caso, para aprobar la propuesta del «tripartito», que finalmente salió adelante con los votos de sus promotores.

Sobre la Procesión Cívica

Con los mismos protagonistas, el pleno debatió también una propuesta de la oposición sobre el 9 d'Octubre. Polarizaron el debate el equipo de Gobierno y el PP, cuyo portavoz, Alfonso Novo, pidió que esa fiesta siga siendo «un día de concordia», con interpretación del himno nacional y el Te Deum de la Catedral, sin eliminar estos actos para luego tratar de blindar los cambios por la vía de la declaración de Bien de Interés Cultural BIC. «Ahí nos van a tener enfrente», advirtió.

El concejal de Fiestas, Pere Fuset, opina, muy al contrario, que el objetivo debe ser la exaltación como pueblo, por lo que el Te Deum puede quedar fuera, como estaba antes de que el PP llegara al poder. «Éste es un día de todos y ustedes vienen a hablar de ?banderetes? habiendo otros temas más importantes«, dijo en medio del revuelo general. «Tengamos la fiesta en paz y celebremos el orgullo de ser valenciano», sentenció el concejal, quien, no obstante, explicó que el BIC se trabajará en la Generalitat y será allí donde se debatan los términos.

Al final, ni uno ni otro. Se aprobó unánimemente la propuesta de Ciudadanos, cuyo portavoz, Fernando Giner, defensor del himno nacional y de la Senyera, sugirió que sea el Consejo Social de la Ciudad el que debata estos temas y que los grupos «no instrumentalicen una fiesta de todos los valencianos». «La sensación que hay en la calle es de desunión» y lo que hay que hacer es «consensuarlo con el pueblo».

El término «País Valencià»

Hasta aquí las mociones, pero el debate no acabó ahí. Aprovechando el debate de una moción sobre la «Pobreza Zero», Giner reprochó al equipo de Gobierno que siga utilizando el término «País Valencià», reproche al que se sumó el PP. «Es una cuestión de forma, pero es importante en este momento», dijo. «Esa terminología es también un término estatutario», replicó al concejala Consol Castillo, quien advirtió que lo importante en ese momento era la pobreza.

Y por si no fuera poco, el PP pidió la reprobación del conseller Marzà por unas viejas declaraciones pancatalanistas. «Eso es de antes de ser conseller y aquí lo que vale son los acuerdos del Botánico», zanjó el propio Joan Ribó.