Aunque relegados a un segundo plano, el Ayuntamiento aprobó ayer las ordenanzas fiscales del año que viene con el reproche del PP y Ciudadanos por la rebaja de las ventajas fiscales de las familias numerosas y los impuestos a los grandes locales comerciales.

El concejal de Hacienda, Ramón Vilar, explicó que el grueso de los ciudadanos tiene congelados los impuestos y que la rebaja de las bonificaciones del IBI para las familias numerosas, además de plantearse a partir de 60.000 euros de valor catastral de la vivienda, sólo se aplicarán a las futuras familias numerosas y no a las que ya residen en Valencia.

Al respecto, el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, pidió que se mantengan las bonificaciones al menos en la franja de 60.000 a 100.000 euros, pues ahí se incluyen muchas familias que compraron sus casas en el boom inmobiliario y ahora han perdido valor y tienen una hipoteca.

Finalmente, el PP, a través del concejal Eusebio Monzó, recordó que si se incrementa la recaudación en 12 millones es porque hay una subida de impuestos, lo que perjudica el consumo y el crecimiento económico.

En lo que al final sí coincidieron todos los grupos, siguiendo una moción del equipo de Gobierno, fue en pedir al Gobierno central partidas presupuestarias para el Parque Central, el túnel de Serrería, la Marina Real y otras infraestructuras de la ciudad.