Después de más de dos mil años de historia y transcurridos ya casi ocho siglos desde la conquista del Rey Jaume I, la mayoría de los valencianos nos sentimos profundamente orgullosos de haber sido capaces de conservar „a pesar de los obstáculos que algunos han alentado„ la esencia de nuestro ser como pueblo.

Por todo ello, ahora que desde fuera y dentro de la Comunitat Valenciana resurgen oscuros intereses que pretenden cambiar nuestra historia, tradiciones y señas de identidad, no podemos mantenernos callados. Porque si les dejamos hacer a quienes quieren diluir o reinventarse nuestro ser valenciano, estaremos cediendo ante su estrategia, que aunque pretendan esconderla, es clara: impulsar aquí, en nuestra tierra, el nacionalismo secesionista y sumarse al proceso independentista de otra Comunidad Autónoma.

La identidad valenciana está sustentada en nuestra historia, en la singular forma que tenemos de entender la vida, en la manera en que nos expresamos y en todo nuestro extraordinario patrimonio cultural. Unos rasgos como pueblo que están representados en nuestras tradiciones y señas de identidad, que son a la vez el principal elemento de cohesión de nuestra sociedad. Una realidad de tal fortaleza que se convierte en objetivo prioritario de quienes buscan hacer realidad sus ínfulas nacionalistas.

Un poder de unión „ el de historia, tradiciones y símbolos „ que los actuales gobernantes de la Generalitat Valenciana y del Ayuntamiento de Valencia surgidos de pactos entre partidos políticos que perdieron las elecciones, se han empeñado en poner en entredicho, alentados y financiados más allá del norte de la Comunitat Valenciana por quienes pretenden romper España y dejar sin efecto la Constitución.

En pocos meses de gobierno, a lo largo de toda la geografía valenciana, hemos sufrido ataques obscenos a nuestras tradiciones y símbolos. Desde cambiar la letra del himno de la Comunitat Valenciana „ como ha sucedido en Puçol„ hasta la prohibición del himno o la bandera nacional en procesiones y actos festivos en muchos pueblos, pasando por la absoluta falta de respeto mostrada por concejales de Compromís en Torrent cuando se negaron a levantarse en el momento en que sonaba las estrofas de nuestro himno, o las manifestaciones del conseller de Educación, Vicent Marzà, diciendo que «los países catalanes son una realidad más allá de lo que diga el Estado».

En el caso de la ciudad de Valencia, el tripartito, sin ninguna consulta previa, ha decidido cambiar la tradicional celebración del Día de la Comunitat Valenciana eliminando el Te Deum en la catedral y suprimiendo el himno de España en el momento en que baja la Real Senyera del balcón del Ayuntamiento sin inclinarse, un honor del que todos los valencianos nos sentimos muy orgullosos, y que se le dispensa porque nuestra Senyera es la única bandera de Comunidad Autónoma que tiene el rango de Real.

A todos estos despropósitos del tripartito, hay que añadir la aberración de denominar, en una Moción al Pleno, a nuestro 9 d´Octubre como «Diada», con las connotaciones que implica este término.

Desde el Grupo Popular en el Ayuntamiento de Valencia vamos a ser muy exigentes para que a todos los actos que componen la procesión cívica del 9 d´Octubre, en su integridad, se les otorgue la máxima protección como Bien de Interés Cultural, reconociendo que tienen su origen en la creación del Reino cristiano de Valencia por parte de Jaime I y que, debido a ello, el Te Deum es parte sustancial e irrenunciable de esta celebración. Y no debería ser necesario recordarles que ya en el Manual de Consells de 1538 „ número 70„ se cita aquella primera disposición municipal sobre la entrada de la Real Senyera en la Catedral y la celebración de un Oficio de acción de gracias.

Con esta contundencia presentamos nuestra moción en el Pleno de ayer. Y por supuesto, también vamos a defender, con toda la fuerza que nos da ser el partido que representa a la mayoría de los valencianos, que se mantengan los honores a nuestra Real Senyera en el momento en que desciende desde el balcón del Ayuntamiento, con los sones del himno de España y con una parada militar.

Quienes crean que la situación política actual es propicia para cambiar nuestra historia y señas de identidad, con un Consell y gobiernos municipales partidarios de adulterarlas, han de saber que encontrarán enfrente a la sociedad valenciana y siempre con ella, al Partido Popular, porque nada ni nadie puede reemplazar el sentimiento de orgullo por lo propio que está enraizado profundamente en nuestro pueblo.