Una vez desestimada la primera oferta más ventajosa, lo normal es que se hiciera cargo de la obra la segunda empresa mejor colocada, pero en este caso no será así, pues el arqueólogo de esa segunda firma se marchó este verano a trabajar en la Generalitat Valenciana, lo que supone una nueva incompatibilidad. El servicio de contratación se dirigirá, por tanto, a la tercera empresa mejor situada para que se haga cargo del proyecto, según fuentes municipales.