El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, piensa echar manos de todas las líneas de financiación posibles para reconstruir el barrio del Cabanyal. «Queremos que el barrio se llene de grúas cuanto antes». La delimitación del «área de regeneración urbana» del Cabanyal que se aprobará esta semana a fin de optar a las ayudas públicas del Gobierno para la financiación de hasta un 35% de las rehabilitaciones es una de las vías de financiación. Para permitir que las ayudas alcancen al máximo de vecinos posibles se marcará como área de rehabilitación todo el conjunto histórico y no solo la zona del Pepri.
Las actuaciones urbanísticas en el barrio tendrán que ajustarse a las conclusiones del proceso de participación y consulta ciudadana abierto por el ayuntamiento en el Cabanyal tras la derogación del plan urbanístico de la prolongación de Blasco Ibáñez. El proceso de participación es un requisito exigido por Bruselas para que el barrio pueda optar a las ayudas de los fondos Feder.
Al margen de los fondos Feder, que podrían suponer 15 millones de euros para el barrio, cantidad que cofinanciará al 50% el ayuntamiento, el nuevo ayuntamiento quiere optar a otra línea de financiación para reedificar viviendas derribadas con un importe máximo de 30.000 euros por proyecto.
Un 20% derribadas
Además, el consistorio espera contar en los presupuestos del año próximo con las inversiones del plan Confianza comprometidas para la expropiación de casas en el Cabanyal „11 millones de euros„ aunque ahora con destino a la rehabilitación del barrio.
La intención es dar entrada a la financiación público-privada en el barrio, donde cuenta con 600 viviendas de titularidad pública adquiridas por el anterio gobierno del PP, de las que hasta 2010 fueron derribadas un 20% y que ahora los antiguos propietarios podrán recomprar si quieren reconstruirlas para volver a vivir en el barrio. Los precios de tasación que ofrecía el ayuntamiento empezaron situándose en 324 euros/m2, la mitad del precio de mercado. Los tribunales han ido obligando al consistorio a revisar al alza sus tasaciones triplicando sus valores y acercándolos a los precios de mercado. Los vecinos siempre se han quejado de lo poco que pagaba el ayuntamiento por sus casas.
