El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Aurelio Martínez, arrojó ayer el primer jarro de agua fría a la nueva época de diálogo y encuentro con la ciudad al anunciar, en la rueda de prensa posterior a la celebración del consejo de administración de la APV, que la Zona de Actividad Logística, es «irrenunciable» para el puerto. La ZAL, que se construyó sobre los terrenos de la huerta protegida de la Punta y que el alcalde, Joan RIbó, quiere recuperar en parte para la ciudad, es «absolutamente vital» para el puerto, dijo ayer Aurelio.

La ZAL, acabada, sin uso y anulada, además, por sentencia judicial al construirse sin estudio de impacto ambiental, es una de las grandes reivindicaciones del nuevo ayuntamiento hacia el puerto. Hasta ahora el nuevo presidente de la APV se había mostrado dispuesto a colaborar en la mejora de la frontera urbana con Natzaret y en la recuperación de la desembocadura histórica. Sin embargo, Aurelio no parece ahora dispuesto a ceder en la ZAL.

Según Aurelio Martínez este espacio puede crear entre 2.000 y 2.500 puestos de trabajo. Martínez recordó ayer que la ZAL de Valencia comenzó a la vez que la de Barcelona y mientras que la catalana está operativa desde hace 15 años con 212 hectáreas y 130 empresas asentadas que generan 5.000 puestos de trabajo, aquí el espacio reservado es tres veces menor, y no está operativo. De hecho, ha señalado que algunas de las empresas que están en Barcelona «pidieron ubicarse en Valencia» pero que «tras 20 años de desesperación se fueron a un lugar más seguro».

Aurelio Martínez dijo que «honestamente» piensa que llegará a un acuerdo con Ribó que es una «persona de mucho sentido común». Ayer se creó en este sentido una comisión puerto-ciudad para canalizar los proyectos, peticiones y propuestas compartidas.

Para Aurelio Martinez es «razonable» que se ponga en marcha la ZAL, una infraestructura que ha sido «muy costosa».

Martínez apuntó que para revertir la ZAL y recuperar la huerta como plantea Ribó, el ayuntamiento tendría que comprar a la APV los terrenos que en su día se pagaron «a precio de Manhattan». Para la construcción de la ZAL, la Administración aprobó un proceso de expropiación forzosa que supuso el desalojo de cientos de familias de la Punta y la destrucción de sus casas y huertas.

Joan Ribó valoró ayerla creación de la comisión puerto-ciudad por el impulso de la integración territorial que supone. «Por primera vez, la Autoridad Portuaria y la ciudad de Valencia tendrán un lugar donde dialogar y donde poder resolver los intereses que tienen cada una de las partes»,destacó Ribó. La comisión delegada estará compuesta por el propio alcalde de la ciudad, Joan Ribó; Aurelio Martínez, como presidente de la Autoridad Portuaria (y que también presidirá esta comisión); Josep Vicent Boira, en representación de la Generalitat; el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues; el alcalde de Sagunto, Francesc Fernández; y el director general de la APV, Ramón Gómez-Ferrer. El alcalde también ha propuesto en el consejo de administración del puerto, el estudio de las posibilidades para generar energía renovable en el puerto. Se analizará la viabilidad de generar energía eólica.