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Entrevista

Carmel Gradolí: "Los vecinos van a poder diseñar el Cabanyal que quieren"

Gradolí asegura que el barrio necesita equipamientos culturales, zonas verdes y conectarse al cauce del Turia

Carmel Gradolí: "Los vecinos van a poder diseñar el Cabanyal que quieren"

­Carmel Gradoli nos recibe, junto a los arquitectos Fran Azorín y Eva Raga, integrantes del equipo encargado del proceso de participación ciudadana y estrategia del Cabanyal, en la sede de la sociedad Plan Cabanyal, que ha pasado de ejecutora de los derribos de casas para prolongar Blasco Ibáñez a gestora de la rehabilitación.

¿Se puede hacer un proceso de participación en un mes?

El tiempo para hacerlo es muy corto pero hay que entender la situación de urgencia. El nuevo gobierno municipal vio la oportunidad de acceder a unos fondos Feder y rápidamente había que preparar la estrategia y que además fuera una propuesta de la gente. Es muy complicado; un proceso participativo como este lleva su tiempo, se tarda en obtener consensos y resultados. Tenemos un doble objetivo: saber qué quiere la gente para el barrio y convertirlo en un plan financiable por los fondos Feder en un mes y medio.

¿Desde cuando Bruselas exige estas consultas ciudadanas?

Bruselas aprende y avanza. El sistema tradicional era más sencillo: la Administración decidía qué hacer y pedía la cofinanciación. Esto no tiene el elemento de éxito que es la participación ciudadana, sin participación de la gente puede que hagas cosas que no sirvan para nada y que no son aceptadas, un ejemplo claro es la prolongación de Blasco Ibáñez. Bruselas quiere ciudades sostenibles desde el punto de vista ambiental y también social.

¿Hasta que punto se corre el riesgo de que lo que digan los vecinos acabe en papel mojado al no ser un plan vinculante?

Ni la Constitución es vinculante ya (ironiza)... La estrategia parte de la voluntad política, de la gente y de sus representantes y si coincide, adelante. Esto va más allá de presentar un proyecto a una subvención. El proceso participativo es necesario para que la estrategia dé resultados y la gente la asuma como propia. Queremos conseguir un plan que sea mayoritariamente aceptado y responda a los anhelos de la gente. Nuestro encargo es entregar el plan y después habrá que montar una oficina para gestionarlo, no sé si con recursos propios o mediante un concurso.Nuestra misión es hacer una hoja de ruta para el Cabanyal y que la veamos, que no pase como en el Parque Central, que pasan generaciones y no lo vemos. Esto tiene que ir más rápido y tiene que empezar ya.

¿Darán para mucho los 15 millones que Valencia puede obtener del fondo Feder?

El ayuntamiento tiene que cofinanciar otros 15 y estamos buscando financiación alternativa, como el fondo social europeo, las entidades privadas, el mecenazgo... A partir del plan de participación se establecerán una serie de acciones para mejorar la calidad de vida y la rehabilitación física y social. Habrá aciones físicas de reurbanización, de reequipamiento; hay que ver que todos los solares y edificios del ayuntamiento son una oportunidad, tenemos ideas y vamos recogiendo otras pero hay que consensuarlas con la gente y ver prioridades. Desde el punto de vista urbanístico es relativamente sencillo. El barrio conserva su trama, su imagen y su identidad física solo hay que recuperarla, remozarla y ponerla en valor.

¿Qué pasa con la cantidad de casas ocupadas, en algunos casos, por familias con menores?

Los fondos Feder van mayoriamente dirigidos a construir porque es lo fácil, pero también hay una parte que va para acciones sociales. Hay que tratar de llegar a colectivos a los que la administración no suele llegar. Habrá personas que tienen un arraigo en el barrio y probablemente quieran quedarse. Hay un gran trabajo social que hacer.

¿Hay propuestas que chocan?

Pueda haber quien esté a favor de la avenida, pero partimos del hecho de que esto se va a hacer sin la prolongación. Buscamos consensos, mejorar la calidad del barrio y la convivencia.

¿Qué se debe potenciar y qué no en el Cabanyal?

El Cabanyal es un barrio con una imagen muy potente, con una sociedad muy consolidada y es además la fachada marítima. Hay que mejorar las conexiones, resolver problemas y cosas mal hechas que son barreras como el tráfico en Serrería. La conexión de la ciudad con el mar no tiene que ser una avenida de coches, la tendencia en las ciudades europeas es pacificar el tráfico, el coche es la cuarta opción. El cauce del Turia debe ser un elemento de unión y hay que recuperarlo como un equipamiento del marítimo.

¿Cree en el potencial turístico del barrio?

La rebelión contra el plan de la prolongación ha tenido una repercusión mundial que le ha dado mucha visibilidad al Cabanyal, pero creo que hay que evitar casos como el de la Barceloneta o Russafa donde el comercio tradicional ha sido barrido, se ha hecho una reurbanizaicón sin un plan de movilidad y el espacio público se ha entregado a las terrazas. Hay que evitar la gentrificación del barrio cuando las mejoras urbanísticas lo revaloricen. Esto se evita con intervención directa del ayuntamiento, en París el ayuntamiento compra para evitar que se disparen los precios.

¿En el Cabanyal hay 600 casas de titularidad municipal?

Hay que ver la situación de la gente que vendió esas viviendas, si lo hizo bajo presión. La reversión se puede pedir en caso de expropiación no de ventas, pero hay que tener en cuenta la sensibilidad social y estudiar la posibilidad de que la gente que se fue pueda volver. Hay que rehacer viviendas y si queremos actuar rapidamente ahí no nos vamos a equivocar. En la calle San Pedro hay grandes bolsas de suelo donde se pueden cubrir las necesidades de equipamientos sociales, incluso culturales que se están planteando. Pero lo primero es actuar sobre las vivienda en mal estado. Hay que actuar ya.

¿Habrá lugar para los grandes equipamientos?

No entra dentro de nuestros objetivos definir grandes proyectos, normalmente esto viene desde arriba y por motivos normalmente ajenos al interés público que suelen acabar convirtiéndose, por lo que estamos viendo, en agujeros negros. Normalmente a la gente no se le ocurre hacer un palacio de las artes. Queremos que el plan del Cabanyal sea de la gente y lo diseñe la gente.

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