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Colegio Jesús-María Fuensanta

Ilusión sin límites por enseñar

El centro educativo cristiano Jesús-María del barrio de la Fuensanta es «una escuela inclusiva y familiar» que apuesta por «la cercanía entre el profesor y el alumno»

Ilusión sin límites por enseñar

«Para nosotros no hay barreras si hay ilusión». Así resume la pasión por enseñar de los docentes del Colegio Jesús-María del barrio de la Fuensanta su directora general, Matilde Desantes. Fundado en 1959, actualmente atiende a 345 alumnos, desde Infantil hasta Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y FP Básica, de 23 nacionalidades. Una diversidad que no es un problema para esta escuela inclusiva. «Si hay un buen trabajo de adaptación, la pluralidad es riqueza», apunta la directora.

Y es que este colegio multicultaral de la Fuensanta se define como una «escuela familiar» que apuesta por «la cercanía entre el profesor y el alumno» con el fin de «potenciar en el niño y en el joven competencias para la vida». El eje vertebrador del centro es la acción pastoral «siguiendo los ideales de aceptación, sencillez, acogida y compasión de nuestra fundadora, Claudina Thevenet», dice Desantes.

Una veintena de antiguos alumnos vuelven los viernes por la tarde al Jesús-María para organizar actividades de tiempo libre para los escolares e incluso salidas a la montaña los domingos. Un voluntariado que se extiende al profesorado, que se queda por las tardes ayudar a hacer los deberes y organiza clases de conversación en inglés. Incluso, relata la directora, «tenemos un fondo solidario, en el que cada uno de los docentes aporta lo que puede, para que todos los niños participen en las salidas culturales».

Carácter social y calidad docente

El carácter social del colegio no está reñido con la calidad educativa, pues la lucha diaria del centro es que todos los alumnos tengan las mismas oportunidades. Por ello trabajan con grupos reducidos y en ESO, en instrumentales como Lengua y Matemáticas y también en inglés, procuran que haya dos profesores en el aula para prestar una atención más individualizada.

Han apostado por las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) mediante la introducción de tabletas informáticas en 5º y 6º de Primaria y en 1º y 2º de ESO. «El profesorado ha elaborado gran parte de los materiales para que el coste de la tableta y el de algunas licencias no supere al de los libros de texto en papel», detalla Desantes. Aún así, prosigue, «si alguna familia no puede comprar la tableta, el colegio les ayuda».

Un esfuerzo, justifica la directora, que vale la pena porque «el analfabetismo digital es un peligro y la clave está en que los escolares descubran que las TIC también se pueden utilizar para documentarse, trabajar y aprender».

También abordan experiencias pedagógicas de éxito que abren las aulas para hacer partícipes a los padres del aprendizaje, como las tertulias literarias y los grupos interactivos, o el programa de enseñanza matemática Entusiasmat basado en las inteligencias múltiples.

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