El Mercado Central, uno de los monumentos más importantes y visitados de la ciudad, cuenta con un sistema de iluminación exterior nocturna que se instaló durante la restauración que se realizó al edificio entre 2004 y 2008 y que nunca se ha utilizado. El ayuntamiento se negó en la anterior legislatura a asumir el coste de la iluminación de este edificio, propiedad municipal, alegando que eran los vendedores los que debían asumir la factura eléctrica.
Una polémica similar mantuvieron los responsables de la extinta concejalía de Alumbrado „integrada ahora en Servicios Centrales„ en la anterior legislatura con la Iglesia a cuenta de la iluminación de la Torre de Santa Catalina. En la restauración que se hizo a este monumento hace seis años se eliminó el sistema de iluminación que el monumento barroco tuvo durante décadas. El ayuntamiento argumentaba que había problemas técnicos que impedían volver a iluminar la torre, tal como informó este diario, aunque en el fondo subyacía el debate de quien debía asumir el coste de los focos. Finalmente, el ayuntamiento cedió y asumió el coste de la iluminación de Santa Catalina, que desde las pasadas fallas es realzada con iluminación nocturna. Las torres de Quart y la Lonja, ambas de propiedad municipal, también cuentan con iluminación monumental. Sin embargo, el Mercado Central pese a tener instalado todo el sistema de iluminación, que costó alrededor de 45.000 euros, permanece a oscuras. Los focos se instalaron para realzar elementos como las cúpulas.
Un coste inasumible
El sistema de iluminación del mercado está conectado en la actualidad al cuadro eléctrico del propio mercado por lo que podría activarse. Sin embargo, los vendedores no lo hacen porque no pueden asumir el coste. Para que el sistema de iluminación del mercado quedase conectado a la red pública de alumbrado tendría que construirse una canalización hasta el punto de suministro municipal, algo a lo que también se ha negado hasta ahora el ayuntamiento. En el interior del mercado hay un centro de transformación de Iberdrola, que los restauradores propusieron sin éxito trasladar fuera, al que podría conectarse la iluminación de modo que la compañía eléctrica compensase así al mercado por la ocupación de espacio.
Es una de las soluciones que propone el profesor de Historia del Arte y arquitecto técnico Francisco Hidalgo, responsable junto con Horacio del Castillo de la restauración del Mercado Central, quien lamenta que no se active el sistema de iluminación del mercado, máxime ahora que se cumple el centenario del inicio de las obras del edificio modernista. «Por razones de ahorro energético no parece lógico encender las luces todos los días, pero sí en ocasiones especiales como la Navidad, el 9 d'Octubre o la conmemoración del centenario», apunta Hidalgo, que ha comisariado la exposición sobre la restauración del mercado inaugurada la pasada semana en la Llotgeta.
La primera restauración se llevó a cabo entre 2004 y 2008 y costó 23 millones de euros que se financiaron con el 1% de la aportación para conservación del patrimonio histórico de Fomento. La rehabilitación del Mercado Central de Valencia, que recibe diariamente 15.000 personas entre turistas y clientes y donde trabajan 1.500 personas, se hizo sin parar la actividad comercial.
